El Nación pierde sus puertas

Debería ser una buena noticia: al Banco Nación le sobra la plata. Tanto, que tiene fondos para arruinar su sucursal de Azcuénaga y Santa Fe, en Barrio Norte, un delicioso edificio neoclásico que venía salvándose de peores sevicias. En estos días, algún genio de la arquitectura decidió reemplazar las sólidas puertas metálicas originales del edificio por el ya ubicuo vidriecito Blindex con unos cerramientos de metal dudoso. Para peor, la puerta giratoria de madera y vidrios que seguía en el interior también fue atacada. Esta sucursal del Nación es un bello edificio con una suerte de loggia interna rodeada de columnas. Todo lo que había que hacer para preservarlo era no gastar buen dinero en arruinarlo. ¿Será algún asesor de imagen empresaria que recomendó poner vidrio donde había metal? ¿Para distinguirlo de otros bancos que se cubren de metal contra las protestas?
Antes que las puertas retiradas se “pierdan”, como suele pasarle al Estado, sería interesante que el Nación diera marcha atrás y restaurara lo que tuvo hasta hace tan poco.