Las obras
Ana Manghi y sus guardas de vidrio
Ostenta una colección de piezas de vidrio de 10 por 10 cm con distintos dibujos en diversos colores y metales ideales para usar como revestimientos (pisos o guardas). Se pegan con silicona a la pared pintada o estucada con terminación cementicia. “De este concepto y de la magia de la vitrofusión se llega a un intermedio entre un producto masivo y un producto exclusivo. Logrando que de una producción industrial se obtengan piezas sensibles, únicas e irrepetibles”, detalla.
Fernando Poggio, amor y señor del aluminio
Pintor y diseñador gráfico, actualmente dirige su empresa, orientada a objetos de diseño corporativo, y ha abierto su propio espacio para la experimentación y lo alternativo en la Galería de los Diseñadores del Bajo –proyecto en el que fue pionero–, con una fuerte línea de diseño de autor, a través de objetos, muebles y ambientaciones donde el aluminio es el gran protagonista.
Silvia y su Huella
Ese es el nombre de la etiqueta de Silvia Fiedler, La huella, objetos con identidad. Ni más ni menos que un sinfín de piezas en cuero vacuno que esta egresada de la carrera de Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, quien además ha trabajado en distintos ámbitos –desde la alfarería, diseño gráfico, decoración de vidrieras hasta ambientación de fiestas–, propone como “una colección pensada para unir un material y un oficio tradicional criollo, con el diseño contemporáneo”.
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