Suena el teléfono en la sala de Almagro, pero cuando alguien levanta el tubo se escucha una zapada demoledora, con agudísimos punteos de guitarra. “Ehhhh, queríamos hablar con Chizzo, Tete o Tanque.” Están ensayando a todo volumen, y siguen fieles en su postura de no dar notas para promocionar sus shows: los dos Huracán a fines del año pasado fueron la demostración de que el boca a boca renguero funciona de maravilla. Sin embargo, los conciertos en Vélez del sábado y el domingo, como efecto post Cromañón, tendrán un panorama distinto a los anteriores conciertos del trío en Buenos Aires: está prohibido el ingreso con pirotecnia, bengalas, elementos contundentes y banderas que superen un metro por un metro (también las cámaras fotográficas y filmadoras serán requisadas: ¿y los teléfonos celulares?). Los dos días, las puertas de Vélez se abrirán a las 13 y los conciertos comenzarán una hora más tarde. El sábado, los invitados serán La Chingada, Los Kahunas, Fisura2, Q’Acelga?, Humbucker y Santuka; el domingo estarán La Percanta, Haykil, La Negra, Maldita Suerte, Ruta 69 y Guillermina. Los conciertos de La Renga empezarán puntualmente a las 18, pero la banda recomienda llegar temprano, para evitar las colas y para ver a los otros artistas. Este año, La Renga ya tocó en Mar del Plata, y en el complejo Pajas Blancas, en Córdoba, ante diez mil personas. Hasta allá viajó el No, donde pudo constatar que La Renga, compadre, pasa al frente, si se lo pide toda la gente. Y si no también.