En sintonía con la notable campaña de Gimnasia de Jujuy en el torneo Clausura, otra fiera de la provincia más nórdica de la Argentina está en plena temporada de zarpazos: se trata del Humahuaca Trío, que con una formación bien folklórica –charango, quena, guitarra criolla– toma por sorpresa al ska y al rock and roll, y obtiene canciones pícaras, pegadizas y potentes que los dejan cerca de los Cadillacs o hasta de los Clash. Aunque los integrantes de esta verdadera Corriente Clashista y Combativa del rock quebradeño son oriundos de Buenos Aires, decidieron radicarse en Humahuaca para, desde allá, denunciar los cambios globalizadores y el aluvión de mochileros por el Norte argentino, que llevaron a los changos –según su canción ¿Qué te pasa, Culiau?– a reemplazar la chola por la gringa, y a preferir, a la hora de mascar, los chicles Bazooka antes que el mascado de hojas de coca.

Que es parte del conflicto de identidad que ellos mismos –después de todo, porteños trasplantados a Jujuy– también viven: “Yo estoy en la lucha, y no sólo porque me gusten los chicles –admite el charanguista Juan Cruz Torres, hijo del folklorista tucumano Jaime Torres– sino también porque me encantaría prescindir de muchos objetos que parecen necesarios, pero que nos dejan vacíos. Creo que al elegir vivir en Humahuaca comencé ese camino.” El cantante y guitarrista Apu Condorí apunta: “Yo coqueo desde los ocho años, es importante para mi vida; pero estaría bueno acercarse más a nuestra cultura ancestral. Nuestras canciones hablan de eso; de las contradicciones y los lados flacos que tenemos”. Y lo hacen con humor, como cuando se ríen de los turistas que pasan por Jujuy con el frenetismo de los tours (Humahuaca de pasada); pero también con tragos agrios, como en Indios, en cuya grabación, para su disco debut Humahuaca Trío, participó Gustavo Cordera.

Los HT saludan, aunque con reservas, los vientos indigenistas-americanistas que llegan a la Quebrada de Humahuaca desde, allí nomás, Bolivia: “Al menos hasta hoy –no me olvido de que es político–, Evo Morales es un ejemplo, o más bien una esperanza, de cambio positivo”, apura Apu. ¿Y nadie se ofendió con su mirada –a veces maliciosa– de las tradiciones norteñas? “Siempre tenés gente a favor y en contra –responde Juan Cruz–, pero lo mejor es que no pueden compararnos con nadie.” Y Apu apuntala: “En el fútbol hay tres resultados; ganar, empatar y perder; pero en la música hay tantos resultados como personas la escuchan. Hay que aprender a bancarse las opiniones distintas”.