Funk not dead
Por Cristian Vitale
Nico tenía 17 años cuando, de casualidad, fue invitado por Luis Salinas para tocar percusión en su banda. Ahí empezó su carrera. “Mi entrada en el ambiente fue muy loca. Yo soy muy amigo de Santiago Vázquez y él iba a ver a Salinas todos los domingos en Oliverio, en esas trasnoches eternas. Era un ambiente básicamente de músicos. Iban todos. Al segundo domingo tuve el culo de que lo invitaran a tocar un tema y él fue quien propuso que yo suba a tocar percusión. Tocamos esa noche y, a la semana, Salinas me incorporó a su banda fija. Me abrió la gran puerta”, relata. Ahora es tiempo de su debut como solista: The Solo, justamente, se titula y tiene por invitados a Guillermo Vadalá, Nicolás Ibarburu, Javier Malosetti, Luis y Dante Spinetta y Claudio Cardone. “Con todos trabajé y me hice amigo. No hay nadie que no conozca, porque además nadie cobra un mango. Al contrario, hay un montón de gente súper famosa que conozco que, sin embargo, no está en el disco. No lo hice como una cosa para ganar fama.”
–El disco remite a un
sonido funk puro...
–Mis mayores influencias las enfocaría por el lado de Stevie Wonder, que es como un cura para mí, Prince o Hancock, un tipo que me mata porque pasó por todos lados: hizo jazz, funk y house cuando el estilo todavía no tenía nombre. Siempre fue un avanzado en todo, un genio.
–¿Por qué no mencionás
bandas nacionales?
–Porque no tengo influencias. Escucho mi disco y no lo identifico con ninguna banda de acá. Sólo una melodía de violines que me hace acordar a Piazzolla, metido en quilombos de mi cabeza por todo lo que mamé de pendejo.
–Estuviste muy ligado a Illya
Kuryaki durante buena parte de
tu carrera. ¿Buscaste
diferenciarte de aquella etapa?
–En parte sí y en parte no. El tratamiento musical es mío, pero con los chicos nos une el hecho de que escuchamos música en común. Compartimos muchos gustos. Hay un tema que se llama “Flash”, que es un loop de Rubén Blades y arriba tiene una base súper pelada de hip-hop; tuve la idea de acercarme más a la pureza del estilo. No sé si los chicos hicieron una cosa tan pelada en este sentido.
Nico Cota es multiinstrumentista: toca guitarra, bajo, teclados y percusión. También es Dj. “Pasar música es mi segundo amor, me encanta. En la primaria me destacaba por ser el único pibe que se gastaba el poco mango que tenía en comprar discos para pasar en las fiestas.