Onda Vaga y Banda de Turistas no tienen mucho que ver entre sí, pero ahí están, al tope de la lista de “revelaciones” en la encuesta ‘08. Nacho, de Onda Vaga, se sorprende con el resultado: “Es una alegría que los músicos valoren lo que hacemos y que escuchen nuestra música”. O sea, sonido centroamericano y cadencias frigias que convertidas en canciones se vuelven un mantra pegadizo. Por eso es normal levantarse un día nublado cantando Gilda o Te quiero, ambas incluidas en Fuerte y caliente, el primer y prematuro CD de Onda Vaga. El NO había anticipado en mayo de este año: “Rotan sus lugares y cantan todos juntos, sin cajas que intermedien entre el público y sus voces, que pelan desnudas de la mejor forma que pueden”. Este rejunte de bandas que ya no existen (Doris) y de otras que siguen en pie (Michael Mike y Me Darás Mil Hijos), nacido en Cabo Polonio el verano pasado, se le anima al niño que sus integrantes llevan adentro, con una lírica infantil y profunda. Y así nomás se rebelan al sonido, alineados en semi-ronda y enfrentando la no-distorsión con sus gargantas y su gracia.

Del otro lado desembarca Banda de Turistas, cuyos miembros tienen un promedio de edad de 20 años, aunque eso no se nota a la hora de plantarse en un escenario y desafiar con sus guitarras al público. Parece que dijeran: “Sí, somos pendejos, pero escuchá”. Entonces las guitarras tiran un riff sónico e irreverente, como se escucha en su debut, Mágico corazón radiofónico. Los Banda de Turistas no tuvieron que esperar a la encuesta para saber qué significa que los elija un colega: Jarvis Cocker los seleccionó para que abrieran sus shows porteños. “Nos pone contentos que nos hayan votado porque todo reconocimiento de lo que uno hace siempre es válido”, dice Luis, uno de los guitarristas. “Igual, no estamos tan pendientes de eso, porque así como hoy se dice algo, mañana no, y queremos que eso no nos condicione para seguir haciendo música. Pero si hay buena onda, bienvenida sea.”