U ROY, EL RAPERO ORIGINAL
Este músico, que empezó con el reggae, fue un iniciático del dub y definió el dancehall en los ’80, explica su conexión con el hip-hop.
› Por Santiago Rial Ungaro
A veces se dice que no conviene conocer a los artistas que uno más admira: uno puede llegar a decepcionarse hablando con alguien desganado, apurado, con resaca, fastidioso o simplemente maleducado. Ese no es el caso de Ewart Beckford (más conocido como U Roy), legendaria y aún vigente figura de la música jamaiquina. Y siendo Jamaica una influencia clave para la historia de la música pop mundial, la importancia de U Roy (que nació en la isla bonita en 1942) es incalculable. Desde su tierra natal, el cantante suena igual de alegre y vital que cuando encandiló a la isla con su hitazo Wake the Town. Y mientras habla en un inglés sorprendentemente claro, uno entiende que este hombre al que llaman The Originator es consciente de su importancia, pero no ha olvidado sus orígenes humildes, callejeros y populares: “Sí, yo fui el primer DJ en grabar su música. Antes había otra gente, pero yo fui el primero en decidirme a grabarme por mí mismo. Y no era tanto dinero en realidad, pero antes no se había hecho”.
U Roy suele mencionar a Count Mayuki como su principal referente. Su reacción cuando se lo nombran parece hacerlo volver a 1961, en la época en que U Roy empezó lentamente a abrirse camino en la agitada escena del dancehall: “¡Count Mayuki! Sí, siempre fue un maestro para mí, aunque no haya tenido demasiado éxito. Lo escuchaba cuando estaba en el colegio. Cerca de mi casa había un par de dancehalls (salones de baile), así que los escuchaba desde mi casa, ¿sabes?”. A pesar de gozar de cierto reconocimiento popular como DJ, U Roy tardó cerca de una década en alcanzar un éxito importante. Valga la aclaración: ser DJ en un sound system en Jamaica en los ‘60 no es lo mismo que serlo hoy en cualquier otro lugar del mundo. En principio, porque el DJ está relacionado con la práctica del toasting, típica de Jamaica: rapear improvisando sobre versiones re-mezcladas de canciones populares, haciendo de maestro de ceremonias (MC) en los bailes. De ahí la conexión con el hip-hop: los primeros hits de U Roy eran re-versiones de temas de Alton Ellis, The Techniques o The Paragons.
Desde ese rol, y aprovechando la clásica tendencia de los músicos jamaiquinos a experimentar con colaboraciones permanentes, U Roy fue la persona indicada en el momento correcto: DJ preferido de King Tubby en la alborada de la música dub a finales de los ‘60, U Roy también fue el colaborador preferido del productor Duke Reid. Juntos hicieron 32 versiones, casi todos los hits de la época tuvieron su versión. Daddy U Roy recuerda hoy que, en algunas de aquellas mágicas sesiones, “muchas veces, cuando íbamos a grabar no teníamos nada preparado, ni escrito. Pero sabíamos que ahí en el estudio íbamos a hacer algo bueno”.
Y es que ese mismo desenfado y swing que ha derrochado U Roy en sus grabaciones contrasta con las historias de explotación que siempre circularon sobre figuras míticas como Clement Coxsone Dodd, Duke Reid, o los mismos Lee Perry y Bunny Wailer. El tono de U Roy de repente cambia: “Sí, es cierto, aunque tengo que rescatar de algún modo a Duke Reid: un día le dije que quería antes de que termine el día una casa. Y me consiguió una casa, pequeña, pero muy cómoda. Tengo que estarle agradecido. Pero cuando uno hace lo que ama, a veces hay gente que se aprovecha de eso, como Lee Perry o Bunny Wailer. Yo a la gente que me trata bien, la trato bien. Y cuando me tratan mal, los trato del mismo modo”, dice U Roy, y a uno le viene a la mente la faceta más picante de este cantante que, en la tapa de Dread in Babylon (quizá su mejor álbum, producido por Tony Prince Robinson), desaparece detrás de la humareda generada por un enorme chalón.
En ese disco estaba el tema Chalice in the Palace, en el que U Roy se imagina a sí mismo fumándose uno con la reina Elizabeth II en el Palacio de Buckingham; humorada ahumada que le permitió empezar a tener cierto reconocimiento en el Reino Unido. No sería exacto pensar que U Roy es un hippy pacifista y fumón: “Yo fui joven y también fui un pequeño gangster. A veces, las fiestas de dancehall empezaban a las ocho en punto y a las nueve y media podían haber concluido, por la policía o por los rude boys. Pero también podían continuar hasta las cuatro de la madrugada: todo dependía de las vibraciones que había, de quién se encontraba con quién. Pero, bueno, creo que hay muchos lugares que son mucho más agresivos que Jamaica”, reflexiona.
Probablemente esta fecha sea para muchos una buena excusa para descubrir a U Roy, lo que lleva a preguntarle las razones por las que la música jamaiquina, a pesar de provenir de un país bastante humilde económicamente, se ha expandido tanto: “En realidad, no tengo idea de por qué pasó eso. Pero sí creo que la gente, cuando pasa el tiempo, sea de Japón o gente de tu país, se da cuenta de que hay música que le hace bien a su vida, que la toca en sus corazones, que la hace sentir viva. Y por eso se siguen escuchando las raíces de esta música. El dancehall, el rock steady, el reggae, sólo son nombres. Sí, puede ser que también haya una razón espiritual, de hecho para mí Rastafari es mi religión. Pero para muchos lo espiritual puede ser una razón para que haya separación, marginación. O una moda. En cambio, la música no sabe de ningún tipo de clan, no tiene color, no tiene raza, no sabe de negro y blanco. Estoy seguro de que la gente que le interesa mi música quiere sentir las vibraciones. Y ésa es mi política: hacer la paz”.
* U Roy toca hoy en el Estadio Luna Park, Corrientes y Bouchard, en el Urban Music Fest, junto a Dread Mar I, Morodo (España), The Roockie (Panamá).
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