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Quién sabe si la imagen del tipo llorando con la que Taringa! informa sobre los posteos eliminados en ese foro se extenderá al portal de enlaces en su conjunto. Lo cierto es, que la semana pasada, la Justicia empezó a dibujarles las lágrimas: la Sala VI de la Cámara porteña de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó el procesamiento por “violación a la Ley de Propiedad Intelectual” a los dueños de ese espacio, Hernán y Matías Botbol. Los hermanos no sólo están acusados de quebrantar la ley en al menos 29 ocasiones: también fueron multados con 200 mil pesos y podrían ir a juicio. Dado que Taringa! es uno de los sitios de su tipo más populares en lengua castellana, la medida (que llega luego de que en 2009 varias editoriales demandasen al foro) implica un cimbronazo para la cultura digital. Y además es el primer gran golpe de la Justicia local en lo relativo al uso de copyright en las redes sociales.

Ni bien fue dado a conocer el procesamiento, los responsables del foro dejaron sentada su posición en un comunicado que aún se mantiene entre los posteos más requeridos. Siguiendo con la analogía del párrafo anterior, los Botbol tomaron el lápiz para bosquejar la lápida, pero se la dedicaron a algo más grande que a su portal. “Está en riesgo el futuro de Internet tal como la conocemos hoy en día, el futuro de los contenidos, de los accesos y de todas las herramientas que usamos a diario para trabajar, para entretenernos y para informarnos”, señalan. Según ellos, “la verdadera discusión que debería estar planteándose” es la del control por lo que se sube a un sitio, preguntándose, por otra parte, si ese control es realmente posible. El argumento que dan es que ellos no pueden ser garantes de todo lo que se publica en Taringa!, donde hay 20 mil posteos diarios, que el espacio es un medio y ellos no son autores del delito, y que de lo relativo a la persecución, dicen, se debería ocupar el Estado.

Como en un déjà vu amargo, el mes más negro en la corta historia de Taringa! regala contendientes llamativos. Quienes iniciaron esta demanda en 2009 no fueron sellos discográficos, ni productoras de cine (música y películas son los contenidos más buscados en Taringa!), sino editoriales. Por otro lado, a comienzos de mayo, un grupo de usuarios del foro 4Chan acusó a Taringa! de robar sus “memes” (imágenes cómicas) y emprendió la denominada “OperationBarbarrosa” para hackear al sitio argentino. Aunque suene extraño, es así: un grupo de hackers reclamó por la propiedad intelectual de los contenidos que publican en el foro, pero no sólo la acusación demostró ser falsa: el ataque tampoco ocurrió.

El Taringate tuvo más repercusión internacional, sobre todo en España, donde los medios le dieron una amplia cobertura a lo que dictó la Justicia de nuestro país. ¿Por qué? Allí se acaba de implementar la Ley Sinde, un dispositivo legal que protege la propiedad intelectual en los ámbitos de la sociedad de la información y el comercio electrónicos y, a las claras, está en contra de las descargas ilegales. En ese contexto, Taringa! y Cuevana.tv (el mejor sitio web de 2010 según la encuesta del NO) se convirtieron en oasis para los europeos. Hace poco, uno de los creadores de Cuevana.tv, el sanjuanino Tomás Escobar, destacó que “el vacío reglamentario” de nuestro país permite el funcionamiento de su sitio sin mayores trastornos legales. Pero el revés judicial que le tocó a Taringa! podría significar la media vuelta en la materia.

Muchos de los que participan del portal argentino más visitado en el mundo tampoco se quedaron callados: comenzaron una campaña en apoyo a la “inteligencia colectiva” del emprendimiento y apuntaron sus clicks contra los jueces y la señal C5N. Es que el canal de Daniel Hadad festejó la resolución con el título “Golpe a la piratería”. Bien vale una aclaración: Taringa! funciona como comunidad de link sharing, o sea que no alberga los contenidos sino que permite que sean compartidos mediante posteos con sus direcciones web. Siguiendo esa línea, dicen sus dueños, la medida judicial debería acusar a los proveedores de Internet, a los buscadores, a los servicios de almacenamiento, a los blogs, a las redes sociales y más: “No es un dato menor, porque no es una discusión sobre Taringa!, sino que abarca a todos los que participamos de Internet y las redes sociales”, acusan. El punch (para nada virtual) instala a la fuerza la discusión sobre el copyright, junto a los usos, reglas e instrumentos en Internet, espacio en el que, según el slogan de una empresa proveedora de Internet, “está todo”. ¿Lo estará?