Así como Lisbeth Salander, la protagonista de la trilogía Millennium, que recientemente fue inmortalizada en Hollywood en la cinta The Girl with the Dragon Tattoo, la otra sueca que está de moda, aunque su nombre parezca demostrar que viene de todavía más lejos, se llama Yukimi Nagano, y es la cantante de Little Dragon, la agrupación que pegó el estirón, al lado de The Field, más alto y prolongado de la electrónica de esa nación nórdica en los últimos tiempos. No obstante, a pesar de estar aunadas también por el animal mitológico, lo que las diferencia a ambas es la ficción. Y es que lo de la frontgirl de 30 años no es ningún cuento, pues ha causado la admiración y el delirio de un sinnúmero de estrellas del beat. A partir de su incursión en el último disco de Gorillaz, Plastic Beach, en 2010, secundada por su participación en el epónimo elepé del misterioso enmascarado del post dusbtep SBTRKT y el catedrático DJ Shadow en The Less you Know, the Better, se produjo la exposición mundial tanto del conjunto que lidera como de su oriental persona. “Es un lujo tenerla con nosotros”, alega Fredrik Källgren Wallin, bajista del grupo Gotemburgo, al otro lado del teléfono.

–A pesar de su corta discografía, Little Dragon es una banda que goza de mucho respeto por parte de la escena musical. ¿Cómo viven este momento?

–Es bueno para una agrupación como la nuestra tocar tanto, y es reconfortante que todo lo que venimos haciendo sea apreciado en distintos niveles alrededor del mundo. Y, al mismo tiempo, es sumamente divertido.

El cuarteto debutará la semana que viene en la capital argentina como parte de la gira con la que presenta su más reciente álbum, Ritual Union, que saca relucir su veta más jazzy, aunque siguen ronroneando en el downtempo y el pop onírico. “El proceso fue similar al de los otros discos”, explica Källgren Wallin. Lo que cambió es que uno crece como persona y artista, y define mejor los sonidos que va queriendo. Ahí es donde se define el trabajo. “Tratamos de jugar en pro de la libertad creativa. La diferencia entre antes y ahora es que estamos claros en lo que buscamos.” La tercera producción del combinado creado en 1996 sugiere asimismo una orientación conceptual que sugiere estar dedicada a la pareja. “Podrían ser dos historias paralelas, pero queda a interpretación de cada uno. Una de las cosas que tienen las líricas es que las puedes transformar en parte de las emociones de cada uno. Es una interpretación personal.”

–¿Qué pasó con el trip-hop? ¿Por qué se alejaron de él?

–No era nuestro objetivo que nos etiquetaran así. Eso queda a criterio de los demás. Nunca le presté mucha atención a eso.

–También influyó en este rápido ascenso su participación en la banda de sonido de Grey’s Anatomy o Gossip Girl. Antes, el heavy era la banda de sonido de la televisión, hoy lo es la electrónica. ¿Cómo ves este cambio?

–Eso demuestra cómo las cosas están evolucionando. Antes la gente se sentía inspirada por un solo de guitarra, y creo que eso ha mutado por la compu o el sample. Por las texturas, porque también puede hacer música por su cuenta.

–La escena de tu ciudad ha crecido mucho en la última década. Little Dragon, The Knife, Jose Gonzalez. ¿Qué es lo que pasa ahí?

–No lo sé, no he estado muy consciente de eso. Ahora que lo decís, lo que sí nos aúna a todos nosotros es la necesidad por explorar. Creo que es una particularidad de la electrónica sueca. Además se diferencia de la inglesa o la alemana por su componente pop.

–¿Cómo se dio hacer una propuesta relacionada con la electrónica?

–Nos conocimos en la secundaria. Descubrimos el cuarto de música, y nos dimos cuenta de que teníamos algo musical que al otro le gustaba. Nos pusimos en contacto durante un tiempo, hasta que empezamos a crear canciones. A un amigo le gustó, y nos ayudó a editar los discos. Cuando estamos de vuelta, siempre regresamos al estudio. Allí nos sentimos libres.

* Little Dragon, también como parte del Personal Pop Festival, tocará el 8 de mayo en La Trastienda (Balcarce 460), a las 21.