El diario The New York Times acaba de hacer una cobertura interactiva sobre las Olimpíadas pocas veces vista, e impensada para un diario apenas cuatro años atrás. Y si hay un diario que siempre suena prestigioso en el mundo es el The New York Times. Este histórico diario de Nueva York se ha rejuvenecido. Tyson Evans es director adjunto de noticias interactivas del prestigioso diario estadounidense y uno de los organizadores de Hacks/Hackers New York. Es profesor adjunto en la Columbia Journalism School y parte del consejo directivo de la Society for News Design y presidente de la Bridget O’Brien Scholarship Foundation. Su trabajo ha sido reconocido por la Online News Association (ONA), Investigative Reporters & Editors (IRE), Editor & Publisher, JLab y por los premios Webby. Evans será uno de los disertantes de lujo que tendrá el Media Party, evento que organiza el capítulo porteño de Hacks/Hackers, que se llevará a cabo en Ciudad Cultural Konex los próximos 30, 31 de agosto y 1 de septiembre.

–Uno de los mayores problemas que abordaba el documental Page One: Inside The New York Times (2011) (Página uno, dentro del New York Times) es qué modelo de negocio debía adoptar el diario frente a la nueva realidad que imponía Internet. ¿Lo han conseguido ya, es posible generar ganancias por fuera del modelo tradicional?

–Ciertamente son tiempos tumultuosos para nuestra industria. Soy optimista y creo que una amplia gama de modelos de negocios va a prevalecer. Por ejemplo, se introdujo un modelo de suscripción digital en marzo de 2011 y a partir del último trimestre había alcanzado los 509 mil suscriptores de pago.

–¿En qué momento el The NY Times entendió que debía apostar al trabajo en conjunto entre programadores y periodistas y en qué cambió la forma de hacer periodismo?

–El equipo fue creado en 2007 con la expectativa de que el híbrido periodista/desarrollador podría colaborar con la sala de redacción para crear nuevas formas de contar historias en línea. Este es un momento histórico muy emocionante. La intersección de los desarrolladores y la sala de redacción sigue siendo un territorio nuevo para el Times y la industria. La velocidad y la magnitud de lo que podemos construir se encuentra en constante cambio, al igual que las expectativas de nuestros lectores.