Jueves, 4 de abril de 2013 | Hoy
FEDE ALVAREZ Y LA REMAKE RIOPLATENSE DE EVIL DEAD
El joven uruguayo sólo había hecho un videoclip de una banda, pero desató tal furor en la red que el fundador de Miramax lo convocó a trabajar. Se negó, apareció Sam Raimi y Alvarez terminó dirigiendo Posesión infernal.
La destreza de los seres humanos consiste en tomar decisiones. Y de ésas, por supuesto, hay de todos colores y con distintas resonancias. Las palabras tienen, en sí, una carga chamánica, un poderío inusitado, un universo de interpretaciones. Por eso, un “no” a tiempo puede resultar un corte, una fatalidad o el vacío. Pero, por qué no, también la victoria, la renovación o, como en el caso de Fede Alvarez, una oportunidad para lo bueno. Este joven director uruguayo que apenas tenía consigo un videoclip devenido cortometraje, se animó a lo inusitado: vomitó ese “no”. Ene-o, ¡no! Dejó pasar la oportunidad de filmar con Harvey Weinstein, uno de los productores más importantes de la Gran Industria. No obstante, eso le significó caerle simpático a otro poderoso del cine mainstream: Sam Raimi, el director de la trilogía de Spiderman y el responsable de la saga de culto Evil Dead.
La historia está sostenida en la lógica de un cuento de hadas 2.0: durante años, Alvarez se la pasó encerrado con su pc fabricando un clip lleno de navecitas. Se trató de Ataque de Pánico!, video para la banda yorugua Snake. En él, acontecía un ataque a Montevideo por parte de unos robots, intercalado con imágenes del grupo tocando. Al tiempo, el cineasta lo recicló, llevándolo al formato cortometraje al dejar sólo las imágenes de la invasión. Y a raíz de este cambio, lo subió a YouTube, engordó el contador de visitas en un pequeño furor en Internet y, como es habitual, la industria puso en el centro lo que se supura de los márgenes. Desde ahí, éxito, oportunidades y la remake de Evil Dead, uno de los films más importantes en la historia del cine de terror.
Mientras tanto, en Argentina, Fierita Catalano (que abogaba por la nerdencia desde su sección en la versión medianoche del noticiero de Telefe, en la que presentaba curiosidades de la red) emitió completo Ataque de Pánico!, el corto. La noticia resonaría a los días en Uruguay. Los noticieros charrúas se sumarían a la novedad: también le darían aire. Y... ¡Pum! Ahora sí, furor viral en Internet, alimentado por la magia aún inoxidable del boom televisivo, y a empacharse de reproducciones.
Desde Norteamérica, cautivados por la ecuación de “bueno y barato” (con experiencias previas como la de Neill Blomkamp con Alive in Joburg, que más tarde se convertiría en el largo Distrito 9, y hace poco la del argentino Andy Muschietti con Mamá, corto y largo homónimo), las dos agencias de cazatalentos cinematográficos más importantes del mundo lo buscaron. Le prometieron reuniones. Y Alvarez, sin dinero para viajar, engatusó al sistema: “La otra me paga el pasaje, ¿qué me dan ustedes?”, disparó a las dos por igual. Sin embargo, ninguna le había asegurado el boleto. Al rato, lo consiguió. Y horas más tarde, viajaría a Los Angeles con hospedaje, en primera clase y con el morfi asegurado.
Una vez allá, este uruguayo con apenas un cortito viralizado, tras sentirse incómodo en una cena, le dijo que no a Weinstein, ex dueño de la distribuidora Miramax, productor de Quentin Tarantino y uno de los capangas de Hollywood. ¿Qué sucedió entonces? Tal vez haya que aceptar la existencia de los misterios –llamemos así a todo aquello que es preferible ni siquiera saber por qué no conviene nombrar, enfocar y explicar– y tomar como uno de ellos a lo que empujó a que el mismísimo Sam Raimi (director de la recientemente estrenada Oz: Un mundo de fantasía y quien, además, está trabajando en la traducción al cine del célebre videojuego Warcraft) fanatizado por Ataque de Pánico!, lo invitara a conversar vía Skype.
Raimi le ofreció hacer una película desarrollada en Argentina con un presupuesto de 30 o 40 millones de dólares. Se mencionó, incluso, una versión de El Eternauta. Para tener una pata hollywoodense, Sam envió a Buenos Aires a un guionista (vino uno de los encargados de Inframundo: El Despertar) a trabajar con él. Parece que el proyecto fue un desastre y esa sociedad no funcionó. ¿Los motivos? La vergüenza que empezó a sentir el uruguayo a propósito del guión y la por entonces vigente noticia de una posible película de Lucrecia Martel sobre la historia de Héctor G. Oesterheld. Una vez más, Alvarez le dijo que no a Hollywood.
Las charlas por Skype continuaron. Y una de ellas derivó en Evil Dead. Estaba en el aire la idea de hacer una cuarta parte dentro de la saga original, pero Raimi no tenía el tiempo suficiente. “¿Por qué no dirigís una remake?”, deslizó el también productor de los envíos televisivos Hércules: Los viajes legendarios y Xena: La princesa guerrera. Del otro lado, silencio. Suspenso... “¡Sí, acepto!”, fue la respuesta del uruguayo. Funde a negro. Corte. Apenas después, la remake de Evil Dead se capitalizó, fue un éxito en Estados Unidos (a tal punto que hay un rumor que afirma que ya le habrían ofrecido la secuela) y, como en las fábulas, sin solución de continuidad, se estrena este jueves en los cines argentos.
* Posesión infernal será estrenada el jueves 4 en las salas de cine de todo el país.
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