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Si hay libros que han sido comprados por su nombre y discos que corrieron la misma suerte gracias a su tapa, puede asegurarse que Death Metal Angola seduce desde el vamos por ambos motivos. El documental, además de enlazar a una nación del sudoeste africano con uno de los géneros más contundentes del rock, entrega en uno de sus posters a un músico empuñando una guitarra cual metralleta. Acabado el exotismo, lo que resta es un gran documental del norteamericano Jeremy Xido. Su cámara sigue a un amante del heavy metal (Wilker Flores) y a su pareja (Sonia Ferreira), quien lleva adelante un orfanato en el interior de la ex colonia portuguesa.

El largo derramamiento de sangre, primero por la lucha de independencia y luego por las guerras civiles, dejó a buena parte de su población sin progenitores. Y será en esos paisajes llenos de edificios derruidos –y vidas ídem–, de perros que ladran constantemente porque se asegura que ven fantasmas, que la sonoridad del death metal adquiere otro tamiz. No por nada, Flores declara que sus canciones le sirven “para limpiar la suciedad de todos estos años de guerra”. Y claramente no es el único: aparecen varias bandas angoleñas que se valen de la distorsión y lo gutural como forma de liberación.

En cierta manera, Xido va por una ruta parecida a la del documental Searching for Sugar Man, sobre todo por el significado que adquiere el rock en una geografía lejana. Aunque, a diferencia de aquel film, aquí no se desanda el mito de un músico que desconoce ser una estrella en Africa. Death Metal Angola está a años luz de la leyenda urbana, mucho más cerca del conteo de cuerpos, pero también de cierta esperanza. Con ese espíritu, Flores y Ferreira llevan a cabo el primer festival de rock en la ciudad de Huambo. ¿Su objetivo? Recaudar fondos para los huérfanos. Y para los que creen que el rock está enterrado, vale ver los pogos o cuando se asegura en idioma umbundo que “O rock Lalimwe Eteke Ifa”: el rock nunca morirá.

* Jueves 18 a las 21.45 en el Centro Cultural San Martín, domingo 21 a las 19.10 en el Teatro San Martín.