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Jueves, 3 de abril de 2003

EL ESTADO DE GRACIA, SEGUN LA BERSUIT

“Un cuento alucinante”

Son seis (pueden ser siete, ocho) shows en el Luna Park, a partir de mañana: esto da una proyección de 50.000 personas cantando eso de “de la cabeza con Bersuit Vergarabat”... Frente al momento de gloria, cuatro hombres de la banda ensayan explicaciones, elaboran teorías, se ríen de sí mismos y anuncian lo que vendrá.

 Por Roque Casciero

LUNA PARK
Pepe Céspedes: Va a ser increíble estar esperando para tocar en el Luna Park, porque creo que ninguno de nosotros soñó jamás con tocar ahí. Pero tampoco va a ser diferente de tocar en Laprida o en Olavarría: el show va a ser el mismo y vamos a poner toda nuestra energía, como siempre.
Carlos Martín: En algún momento tenía que pasarnos algo así... (se ríe).
Juan Subirá: Se laburó mucho. Son muchos años de soñar con algo, de apostar a algo. Ahora (el éxito) nos agarra en un momento de mucha madurez y eso nos favorece.
Martín: En este momento no nos resulta contra natura...
Gustavo Cordera: No, para mí es totalmente natural que vengan 60 mil personas a verme... (risas). Es más, creo que hay cinco o seis millones más que tienen que venir.
Subirá: Pero tampoco era natural estar en la puerta de Arpegios contando cuánta gente había en la esquina, para ver si convencíamos a alguno de que entrara al show.
Céspedes: O ver a través de las chapas rotas de Cemento que ya era de día y seguir esperando a que viniera la gente...
Cordera: Siempre me pregunto por qué nos está pasando esto ahora y cada día me levanto con una nueva respuesta. Me parece que para observarlo se necesita perspectiva y tiempo; éste es un momento para vivirlo. A través de esta experiencia, que es muy adrenalínica, estamos viviendo un cuento alucinante. En principio, han cambiado muchas cosas respecto de aquella época de la que hablaban Juan y Pepe, que tienen que ver con el hecho de hacerse cargo: antes subíamos al escenario totalmente descontrolados, sin ensayar. Ahora subimos poniendo mucho cariño en cada show. Lo que me dicen quienes van a vernos es que notan que nos divertimos mucho y que sienten que no establecemos distancias con el público. Les parece que están ellos arriba del escenario.

REDONDIZACION
Cordera: Preferimos parecernos mucho más a la Mona Jiménez, que todos los fines de semana musicaliza los bailes populares de los cordobeses. Preferiría tocar cuatro veces por fin de semana a lo largo de todo el país, hasta que se termine mi historia, y no tocar en un estadio una vez por año. Me haría muy mal. Las veces que tocamos en estadios nos dimos cuenta de que no se lograba la química: la gente estaba muy lejos y todo era muy frío. No sentíamos el olor a transpiración, no se escucha bien lo que está pasando, no está bien el rito. Entonces, para no llegar a los estadios, hay que tocar todo el tiempo.
Céspedes: Desde el punto de vista artístico, lo de hacer un show por año entraña cierto peligro, porque tenés toda la expectativa depositada en esa noche. Y por ahí estás en un mal día y te quedás amargado todo el año. De la manera que lo hacemos nosotros, tenemos revancha más seguido.
Cordera: Además, nos encanta viajar, hacer canciones arriba de los micros, cargarnos entre nosotros, vivir historias. Es un eterno viaje de egresados, una banda de forajidos que anda por el mundo divirtiéndose.

ARGENTINISIMA
Subirá: Cerramos una etapa de De la cabeza... en el Luna Park. En mayo nos vamos a España y cuando volvemos la idea es meternos fuerte con el disco nuevo, que estamos empezando a cocinar ahora.
Céspedes: Uno de los conceptos para el disco nuevo es el de la argentinidad. Es un tema para profundizar y meterse de manera punzante, porque también hay cosas buenas, no todo es una mierda.
Cordera: Eso llegó por el hecho de viajar mucho y encontrarnos con lo que es un argentino afuera... La argentinidad podés verla acá, pero afuera se nota más. Hay mil personas y vos sabés que ése es argentino.
Subirá: Me acuerdo de que una mañana estábamos viendo la tele en Costa Rica y apareció uno tocando la guitarra en un programa evangelista. El volumen estaba bajo. Lo miramos un rato y dijimos: “Ese es argentino”. De repente subimos el volumen y era súper argentino. Cordera: La autoridad de hacerle creer al otro lo fenómeno que sos, lo que valés, es todo un concepto.
Céspedes: Hay una improvisación que se llama “La argentinidad” y cuando él la cantaba en un asado en México, la gente se emocionaba y se ponía exultante, cuando en realidad es una sátira de cómo somos.
Cordera: “Darte lo peor de mí, darte todo mi estrés, es eso lo que ofrezco para dar: la argentinidad”. Contar buenos chistes en los velorios y tener cara de culo en las fiestas, tener la pija más larga... Tenemos las mejores mujeres del mundo, somos los que mejor cogemos, nadie juega a la pelota como nosotros, tenemos la mejor comida: es indudable (risas).
Céspedes: Lo lamento, pero es verdad. ¡Irrefutable!

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