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Mucho antes de trascender como Caligaris, unos chicos movedizos de Córdoba pasaban tardes haciendo rutinas de acrobacia en la vereda. Martín y Diego Pampiglione –bisnietos de “Tachuela”, un recordado payaso del circo Real Madrid– habían contagiado su conexión con clowns, monos y malabares a varios pibes del barrio. Entre ellos estaba Pini, hoy guitarrista. “El nombre del grupo –dice al No– viene de la leyenda de Caligari, un payaso italiano que falleció en la pista del circo mientras hacía su rutina. Es un homenaje que también implica divertir hasta el final.” En efecto, Caligaris es una agrupación de circo-cuartetazo-rock que despliega un espectáculo histriónico súper divertido, basado en la combinación de un sonido a medio camino entre Los Auténticos Decadentes y La Mona Jiménez con números circenses –saltos mortales, malabares, etc.– que practican mientras tocan. “Somos 14 y cada uno tiene su gusto -sostiene Pini–, pero sobresalen como influencias Charly García, Gaby, Fofo y Miliki, Los Decadentes, Los Fantasmas del Caribe, Los Twist, Fito Páez, Los Cadillacs, Sandro y, por supuesto, La Mona Jiménez.” El por supuesto de Pini no es casual... ancla en un atributo clave del ser cordobés, el cuarteto, que ellos adoptaron como propio cuando cantaban las desventuras del Cara’e Pipa. “En todo Córdoba se respira cuarteto –dice el guitarrista–, es una música que está presente en todos los estratos sociales, de la que no podés desentenderte.” Con la esperanza de pisar fuerte a lo Piñón Fijo (los tiene la misma compañía), la banda originada en 1997 debuta en Buenos Aires para presentar el disco Yernos perfectos (2002). El objetivo es atraer a los oídos porteños, asistidos por dos refuerzos: Joaquín Levinton, de Turf, y Pipo Cipollatti, con quienes hicieron buenas migas durante el Carlos Paz Music. “Sabemos que para lograr alcance nacional hay que ir a Buenos Aires. Nuestro show es de calidad y la verdad es que estamos muy entusiasmados”, dicen. Bonus track: dos meses atrás, los dos candidatos a intendente de La Rioja capital –el radical y el peronista– readaptaron la canción más popular de Caligaris, “Nadie es perfecto”, para sonorizar sus campañas políticas. El candidato del PJ fue más lejos y los invitó a tocar a la provincia por la aceptación popular que había tenido el jingle, pero se encontraron con una sorpresa... en el show iba a estar Menem. “Fue todo un problema. Nos llevó a apretar un testículo y gritar fuerte ‘¡Pugliese!’. Nos reunimos y decidimos actuar recién cuando nos enteramos de que no había que expresar apoyo a los candidatos”, zafa Pini.

Los Caligaris tocan por primera vez en Buenos Aires hoy a las 19.30 en La Trastienda.