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Greta Kline no había terminado la primaria cuando empezó a acompañar a su hermano mayor a recitales autogestionados en el under de Westchester, un condado del área metropolitana de Nueva York. Era la típica nena que se infiltra en el grupo de “los grandes”, y las cosas que empezó a ver en esos shows automáticamente le cambiaron la cabeza: si esos chicos que casi tenían su edad podían hacer canciones, entonces ella también.

Lo que no era para nada típico era ver a una hija de famosos (Kevin Kline y Phoebe Cates) haciendo su vida por afuera de la burbuja en la que se supone que viven los niños de la realeza hollywoodense. “¿Te enteraste de lo joven que soy? / ¿Y de quiénes son mis padres?”, canta en Young, un tema de su anteúltimo álbum. Y evidentemente la respuesta no le importa demasiado, a juzgar por los más de cincuenta discos que subió a Bandcamp en los últimos cinco años, bajo una serie de alias de los cuales Frankie Cosmos parece ser el definitivo.

Next Thing, el último de esos cincuenta, es apenas el segundo publicado de manera “oficial”, grabado en un estudio de manera más o menos convencional, en oposición a los registros caseros que suele hacer en su compu, fiel a la ideología del “hazlo tu mismo” que absorbió de chiquita. No hay tanta diferencia: en todos los casos se las arregla para componer mini hits de pop-punk melancólico en dos minutos o menos, como si sus canciones fueran en realidad fragmentos de canciones.

En ese sentido, la obra de Frankie Cosmos parece estar en permanente construcción. Como la de cualquier otro artista, de hecho, con la diferencia de que a ella le gusta mostrar el proceso. “Alguien me dijo que uso mi Bandcamp como si fuera un Tumblr”, declaró a la revista Interview. “Me encanta esa idea: voy subiendo temas casi en tiempo real y lo que queda al final es una especie de diario.”

Su seudónimo tiene mucho que ver con la inspiración de lo cotidiano, ya que es un pequeño homenaje al poeta Frank O’Hara. Greta, como O’Hara o los Moldy Peaches, puede escribir sobre cualquier cosa que le esté pasando y transformar esa experiencia en una imagen adorable, con una cuota grande de humor. “De todos modos, el artista que más me inspira es Matisse, por la cantidad de veces que pintaba una misma idea hasta que sentía que lo había hecho bien”, le dijo al sitio Westword. “Yo trato de hacer lo mismo cuando escribo.”