EL DICHO
“Es difícil definir si nosotros inspiramos un cambio. Creo que la gente absorbe lo que le pasa alrededor y, a partir de eso, se pone a pensar. No lo veo en términos de cambiar las cosas sino de usar el lenguaje y la música como armas para enfrentar a una estructura mediática que, predominantemente, es de derecha, y leal al contexto político y sus intereses corporativos. Pero el hecho de que nosotros todavía vendamos muchos discos no le importa a nadie un carajo. Se habla de la parte artística de eso porque vendemos discos y la música es poderosa. De forma similar, si Picasso no hubiera sido un artista increíblemente exitoso, su Guernica no habría tenido semejante efecto. O sea: algunos artistas podemos hacer y decir lo que queremos desde el corazón del sistema sólo porque vendemos mucho. Y ellos quieren el dinero.” Disquisiciones de Thom Yorke, de Radiohead, en conversación con Howard Zinn, autor del libro Artist in Times of War, publicada por el sitio AlterNet.org

EL HECHO
Pocos días después de que Mick Jagger recibiera una distinción de caballero por parte de la Corona británica (algo que Keith Richards repudió públicamente), el diario Sunday Times publicó el último domingo una lista hasta entonces secreta de gente que rechazó la condecoración imperial. Entre ellos, además de autores como J.G. Ballard, Graham Greene, John Le Carre, Aldous Huxley y Alfred Hitchcock, resalta el nombre de David Bowie, quien tildó el acto de “retrógrado y clasista”. Son casi 300los británicos que no aceptaron los títulos honoríficos de OBE (Orden del Imperio Británico) o el CBE (Caballero del Imperio Británico). La divulgación de la nómina disparó una polémica en torno del peso político y simbólico del sistema monárquico en el Reino. “Me pongo furioso cuando escucho la palabra ‘imperio’: me remite a la esclavitud, me remite a miles de años de brutalidad”, dijo el poeta Benjamin Zephaniah. Bowie, aun diplomático y clasicón, conserva su corazoncito rebel rebel.