Hace unos días, el bajista de SupermerK-2 Alejandro Mamani, de 21 años, asesinó a dos personas en una fiesta (podrían haber sido más) y fue presuntamente “ajusticiado” por un vengador anónimo. ¿Crimen mafioso? ¿Ajuste de cuentas? El trasfondo de una historia que envuelve a un integrante de la agrupación que disputaba de igual a igual el podio de la cumbia villera junto a los Pibes Chorros y Damas Gratis, pero que ahora parece interrumpir su vertiginoso ascenso.
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