SANTAOLALLA, TOCADO
Fibra óptica
Gustavo Santaolalla ve, entre satisfecho y orgulloso, cómo la Bersuit cobra vuelo. “Me mandaron ¡74 demos!, con las letras en un cuaderno así de grande”, cuenta en una pausa de su trabajo en los nuevos, inminentes discos de Arbol y La Vela Puerca, otras de sus criaturas más queridas. “Fue una experiencia grabar este disco como lo grabamos. Se hizo acá en El Cielito, con una consola que es igual a la que yo tengo en Los Angeles. Después, nos encontramos con un obstáculo: cuando el Pelado tenía que ir a grabar las voces, no le dieron la visa de entrada a Estados Unidos. El grabó las voces acá, yo le bajaba línea de por dónde tenía que pasar el vocal de la canción y él grababa ocho, nueve tracks en dos días. Me los mandaban a LA, yo hacía los composits, los mandaba de vuelta y con todo eso hacían los coros. Para el primer disco grabamos 22 bases en 8 días... Todo un record para mí”, cuenta el productor estrella del rock latino. Para Santaolalla, La Argentinidad al palo “es como una mezcla de Libertinaje e Hijos del culo. Tiene vuelo poético e inmediatez, una mezcla explosiva... En este momento particular de mi vida, donde me encuentro muy conectado con la Argentina desde hace dos años (mucho más de lo que ya estaba conectado), este disco toca una fibra íntima y muy particular. Va de las cosas más profundas y más sentimentales a las más aberrantes”.