La versión mediática más “pro” del fenómeno del tuning puede verse por el canal ¿de música? MTV. El programa se llama en español Enchúlame la máquina, aunque es la traducción del inglés de Pimp my Ride, que se ve todos los lunes a las 23. Allí, los interesados entregan su auto a los productores y lo reciben todo tuneado o, como dicen los mexicanos, enchulado. El No contactó a Bruce Beresford, productor ejecutivo del show que se hace en Estados Unidos. “Basamos las ideas para el auto con relación al joven. El joven es entrevistado como un candidato para este show, así que conocemos bastante de él. Si es un gran surfer vamos a personalizar el auto para incluir cosas relacionadas con el surf. Si es un estudiante y va a la escuela, vamos a construirle un centro de entretenimiento y una computadora para su trabajo entre clases.”

Entre los autos que Beresford mejor enchuló se encuentra un Ford Mustang 1967, un Volkswagen Bus 1958 y un Cadillac Eldorado 1984. Beresford cree que hay ciertos “enchulamientos” no del todo legales, aunque la gente los hace de todos modos. “Nos mantenemos alejados de esas cosas porque no queremos que los chicos no puedan manejar sus autos”, dice Beresford. ¿Qué tipo de público ve el programa? “El tuning atraviesa todos los sectores sociales. Sorprendentemente cada vez hay más mujeres fanáticas.”

Beresford tuvo la idea junto a un amigo y la llevó al canal. MTV decidió hacer el show porque su audiencia es “un público que está comenzando a obtener sus licencias” y la mayoría de los pibes (si tenés suerte de poder comprar un auto, claro) buscan autos viejos que después tienen que arreglar. “Este fue un camino para mejorar el fenómeno y combinarlo con el crecimiento del mercado del tuning. Era una forma de no hacerle pagar a los jóvenes lo que ellos querían tener de todos modos.” Si por Beresford fuera, invadiría el mundo de autos tuneados. Dios y Katrina no lo permitan.