Los maestros II
Keith Richards: ¿Las
canciones? Están en el aire, uno es como una antena receptora que en cualquier
momento la puede recibir y a partir de allí darle forma y hacerla propia.
No hay una fórmula para escribir canciones, están ahí...
Son de todos y en el momento que menos imaginas tocás un par de acordes
y comienza a salir... No hay un momento, ni una situación especial... Es
espontáneo. Quizá tenés una idea rondando en tu cabeza pero
hasta que no te juntas con el resto y comenzas a tocarla no lo oficializas.
Una vez que la canción sale de su jaula, la agarrás de la cola y
le decís: ¿Adónde vas a llevarme? Se trata de estar
ahí para capturarla y esperar a que te lleve hacia algún lugar interesante.
Hay muy pocas canciones de los Stones de las que yo no compuse alguna parte de
la letra.
Mick Jagger: Lo primero que hicimos fue Tell Me. Bueno, no
fue lo primero que compusimos, pero sí fue una de las primeras cosas que
grabamos compuestas por nosotros. Y también As Tears Go By,
That Girl Belongs to Yesterday, que fue un éxito en la versión
de Gene Pitney. Nos dedicábamos a componer baladas, no me pregunten por
qué. Compusimos un montón de canciones para otra gente y la mayoría
de ellas no tuvo ningún éxito. Con Satisfaction, la
idea inicial fue de Keith. Cuando empezamos a trabajar en ella sonaba como una
canción folk y a Keith no le convencía demasiado, no quería
sacarla como single, no pensaba que aquello fuese a marchar demasiado bien. La
mejor forma de componer es cuando estás de gira, porque estás totalmente
metido en la cosa. Salís de un show, te conseguís algo para comer,
unas cuantas cervezas, y te metés en tu habitación para componer.
Yo solía componer unas doce canciones en dos semanas de gira. Te surgen
un montón de ideas. Cuando estás en casa resulta muy difícil,
porque verdaderamente no tenés ganas de hacer nada que no sea leer y cosas
por el estilo.
Nota madre
Subnotas