Cuando Los Pericos comenzaron su vuelo rasante por los escenarios, no existían en el país radios, programas, revistas ni sitios especializados en reggae. Tampoco boliches específicos, fiestas ni festivales dedicados al género. “En aquellos tiempos no existía una escena, pero porque no había, tampoco, una categoría ‘reggae’ en el rock argentino. El reggae era como un hermano menor del rock”, recuerda Juanchi. La importancia de Los Pericos, entiende él, fue “dar a conocer esta música desde una banda con proyección popular, hablando con respeto” de lo que escuchaban y leían. “¡Y sin nada de Internet!”, remarca el guitarrista, productor y cantante.

—¿Se puede decir que, entonces, había cierta ingenuidad con el reggae?

—Nosotros teníamos cierta ingenuidad en nuestro intento de respetar las líricas de nuestros referentes jamaiquinos. Pero también nos gustaba UB40.

—Ustedes tomaron una posta que primero levantaron Sumo y Los Abuelos...

—Habían pocos referentes previos, como bien decís, Sumo, Abuelos de la Nada, Alphonso S’entrega, pero Pericos fue la primera banda que logró una trascendencia popular montada sobre el reggae y algo de ska. Pero es claro que entonces, en nuestros comienzos, la moda era Pericos y no el reggae. De hecho, a partir de nosotros se empezó a pronunciar reggae como se debe.

—En el camino fueron también de los primeros que debieron lidiar con la partida de su cantante y miembro característico. ¿Cómo es eso hoy?

—Estoy orgulloso de que seguimos adelante y hasta me atrevo a decir que puede que les hayamos mostrado un camino a otras bandas. Cuando un líder se aleja de un grupo, es probable que el grupo se disuelva. Si las cosas siguen OK, tal vez no era el líder. O ésa es mi teoría. En nuestro caso, siempre funcionamos como equipo.

—Pero hay algo que tal vez antes no conocías: la presión de cantar.

—No niego que la presión del que canta es distinta. La viví de los dos lados y el cambio es abrupto. Hay más responsabilidades, sin duda, pero si te gusta y tus compañeros te bancan, lo disfrutás muchísimo. Tendrás que cambiar hábitos, cuidarte con el sueño y el alcohol, dedicarle más tiempo a la prensa, pero es divertido. Al haber estado tanto tiempo en el lugar de guitarrista, siento que estoy vacunado para controlar el pomelismo.

Tras las carcajadas, Juanchi cuenta que, 25 años después, Pericos sigue con ganas de grabar un nuevo álbum. “Estamos preparando un discazo con invitados categoría ABC1, como sólo nosotros nos podemos dar el lujo”, adelanta. Entre tanto, está grabando a Cadena Perpetua y analizando varias propuestas para producciones durante 2010. Pero, ¿por qué se lo ha visto producir tan pocos discos de reggae? “Será que con Pericos ya tengo demasiado y algún mecanismo inconsciente me hace buscar variantes. Por ejemplo, el punk siempre me gustó. Grabé todas las violas del primer simple de Comando Suicida, produje dos discos de Attaque 77, otro par de 2 Minutos, Mal Momento, Expulsados. Elijo los discos a producir pensando en canciones y guiado por la intuición, sea del género que fuera.” ¿Herejía o simplemente darse cuenta de que “el experto en reggae” es Diego Blanco, el tecladista de Pericos, que trabajó con Cafres, Nonpalidece y Sig Ragga?