EL MEJOR DEL MUNDO
DAVE GROHL, HIPERACTIVO
Tres de los mejores discos del 2002 tuvieron un nombre y apellido en común: Dave Grohl. El hombre de la barba candado y la sempiterna sonrisa volvió a la batería para el disco de Queens Of The Stone Age, cuando ya tenía listo el cuarto álbum de sus Foo Fighters, One by One. Ahí retomó su reconocida capacidad para escribir buenas canciones, aunque ya no haya tantos estribillos pop y sí más adrenalina rockera (léase distorsión y velocidad). El tercer álbum modelo 02 en el que aparece la impronta de Grohl es, obviamente, el “grandes éxitos” epónimo de Nirvana. Verdadero metrónomo explosivo detrás de la guitarra y la voz de Kurt Cobain y el bajo de Krist Novoselic, fue el baterista quien llegó justo a tiempo para consolidar al trío de Seattle, que con Nevermind se convertiría en abanderado de la última gran revolución del rock. Por eso, no es extraño que los QOTSA se hayan babeado cuando Grohl se ofreció a pegarle a los parches con ellos. “Dave es el mejor baterista del mundo”, asegura Josh Homme. “Otro batero puede ser igual de bueno, pero nunca mejor que él. Es bárbaro tocar con un auténtico músico como él, que toca varios instrumentos. Eso significa que comprende bien las canciones, así que podemos tirarle algo más complejo y él va a entenderlo de una. Cada vez que salíamos a tocar con él, sentía que la banda era a prueba de balas.”
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