LOS HELL ANGELS, EN EL PRIMER MUNDO
Los peores de la carretera
nComo una logia medio secreta, medio peligrosa, medio bizarra; la agrupación motoquera más famosa del mundo, la de los Hell Angels, sigue viva. Oscuramente célebres por el trágico concierto de los Rolling Stones en Altamont en 1969, cuando fueran contratados como personal de seguridad y terminaran acuchillando a una persona (ver el documental Gimme Shelter); los angelitos infernales y motorizados continúan hoy como una marca registrada mundial, con merchandising propio, celoso derecho de admisión y unos 1800 miembros en todo el mundo, 1200 de ellos estadounidenses, y 200, ingleses.
Modernizados y en relativos buenos términos con la policía, mantienen sus identidades en secreto y buscan, en cierta forma, lavar su poco grata imagen pública. Aunque conservan como rasgos inherentes a la agrupación la cara de perro, según revelan los stickers cuyas autorías se atribuyen: “¿Cómo manejo? Llame al 0-800-Come-Mierda”, o “Jesús te ama pero yo pienso que sos una mierda”.
Algunas impresiones de un periodista del diario inglés The Guardian, presente durante el último aquelarre de los HA, en Inglaterra: “Las paredes de la tienda de cerveza se convirtieron en un urinario masculino, a pesar de que hay baños muy cerca, y un hombre yace boca abajo, ignorado por todos, sobre la mugre y el pis, como en estado de coma. Me acerco a hablarle y me contesta: ‘Andate a la mierda’. Me voy a la mierda. (...) En la ya pantanosa tienda de cerveza, veinte mujeres de distintas edades, formas y tamaños son voluntarias para un concurso de strip-tease. Son entrevistadas (‘Me encanta coger’, dice una), se desnudan con música de AC-DC y The Jimi Hendrix Experience, y la gente juzga. La ganadora, excepcionalmente hermosa y de aspecto angelical, se mete las 500 libras del premio en la vagina”. ¿Suficiente?
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