El año pasado, a dos décadas de su lanzamiento, vio la luz una reedición de Vulgar Display of Power, la obra maestra de Pantera: la que los encontró prendidos fuego, los terminó de catapultar a una audiencia masiva mundial y los consagró como uno de los grupos más notables de la primera mitad de los ‘90. Si en Cowboys from Hell habían sacado pecho, acá Phil Anselmo se decidió a cantar siempre como él mismo, no hay riff de guitarra elaborado por Dimebag Darrell que tenga desperdicio y las bases de Vinnie Paul son una muralla. El álbum sintetiza el sonido del heavy clásico, el espíritu callejero del hardcore norteamericano y la distorsión, como una alternativa potable al thrash, que salía lentamente de su apogeo con el “disco negro” de Metallica, y al grunge, al que por momentos le faltaba ladrar más y llorar menos. “Nos parecía que el espíritu de la época era nuestro, que hacíamos algo distinto. Nunca me volví a sentir tan mental y físicamente bien”, rescata Anselmo sobre la vuelta de la gira de Cowboys from Hell, la grabación de Vulgar Display of Power y el inmediato después.

Desde hace tiempo circula el rumor de que Pantera podría hacer una gira con Zakk Wylde (Ozzy, Black Label Society) en guitarra, ¿es posible?

–Aunque Dimebag fue único, me parece que Zakk puede tocar sus partes de guitarra muy bien, con mucha justicia, así que desde ese lugar diría que sí. Sin embargo, acá hay un solo dueño de esa decisión: Vince (Vinnie Paul) y cómo me responsabiliza por la muerte de Dime por pelotudeces que dije antes de que lo mataran; hace diez años que no quiere hablar conmigo. Lo respeto, no me puedo poner en el lugar de un tipo al que le mataron al hermano. Si en algún momento lo decide, voy a estar disponible, pero hasta ahora las únicas noticias que tengo de él me llegan a través de Rex.