Con respecto a las anteriores dos ediciones de Lollapalooza Argentina, este nuevo capítulo recibirá a varios artistas internacionales debutantes y a otros en un momento especial. Tame Impala volverá en el clímax de su carrera y con nuevo álbum; lo mismo que Alabama Shakes, que recibió recién tres Grammy. Mientras que los ingleses Jungle, luego de alzarse como revelación 2015, despegaron abruptamente hacia la masividad, siguiendo los pasos de sus compatriotas Mumford & Sons. Uno de los actos más esperados del evento (y de los últimos años) es Eminem, quien llega a dos décadas del discazo Infinite y con la aureola de estrella indiscutible del rap. Otro show muy relevantes será el de Eagles of Death Metal, que se estrenarán acá al tiempo que se recuperan de la masacre en Bataclán. Diplo y Skrillex se reencontrarán con las bandejas locales, juntos, como Jack Ü: laboratorio cuyo impacto está aún en veremos. A diferencia de los ignotos Die Antwoord y Gramatik, que vienen con chapa de "sensación", por lo que dejarán todo para ganarse al público local o morir en el intento. A hacer sus apuestas.