Aunque Casablancas había dicho que no pensaban contratar a un productor de renombre para que los hiciera más exitosos, al poco tiempo los cinco Strokes estaban en un estudio con Nigel Godrich, el hombre detrás de los mejores discos de Radiohead y Beck. Pero la experiencia duró sólo dos meses y la banda volvió a encontrarse con Gordon Raphael, el productor de Is this it. “Nigel y la banda realmente se llevaban bien, pero no en el estudio”, explicó el manager Ryan Gentles. Durante todo el proceso, Casablancas se manejó como si estuviera dentro de una cristalería. “Gordon fue el primero en saber que íbamos a trabajar con Nigel”, se atajó el vocalista. “No quería que él sintiera que éramos unos traidores. Creo que le debemos todo a Gordon por nuestro primer demo y por el disco. En ese momento no sabía cómo hacerlo sonar bien y Gordon lo hizo cool. Pero necesitaba hacer lo de Nigel porque quizá con él podría ser lo mejor que hubiéramos escuchado en nuestras putas vidas. Y sonaba bien, pero no tenía suficiente personalidad. Trabajamos de modo muy diferente. Si le decía ‘Esto no suena bien’, me contestaba tipo ‘¿Quién es el productor? ¿Quién es el que sabe?’ Supongo que necesitábamos más... cariño.” Según el bajista Nikolai Fraiture, Raphael parte de la premisa de que sólo se puede grabar bien si se está cómodo, por eso es que decora e ilumina especialmente los estudios. Además, por ahora es el único que puede entender qué quiere transmitirle Casablancas cuando dice cosas como “el hi-hat y la guitarra suenan como si estuvieran bailando en diferentes habitaciones”.