INEVITABLES
“Se nos terminó el agua. El teatro ya fue. La perfo, también. No tenemos más preguntas. No obtuvimos respuestas. No escribimos un manifiesto. Hay que tomar lo que sea. Cobrar todo lo que se pueda. Amortizar. Amarrocar. Amasijar. ¿Por qué no podemos vivir de nuestro arte? ¿Por qué no podemos vivir de vivir?”. Así es como Lisandro Rodríguez y Martín Seijo, hombres de teatro devenidos en artistas contemporáneos, presentan esta obra incluida dentro de las actividades en Casa tomada, la muestra que ocupa la Casa Nacional del Bicentenario. Aunque también trabajan por separado, siempre que Rodríguez y Seijo se juntan, interpelan con preguntas incómodas al medio dentro el que se mueven. Su máxima aspiración artística, confiesan, es hacerse un lugarcito en la Bienal de Performance del año que viene.
Sábado 8 y 15 a las 18 y miércoles 19 a las 19, en la Casa Nacional del Bicentenario, Riobamba 985. Gratis.
El grupo de teatro callejero La Runfla cumple un cuarto de siglo, y lo celebra con el estreno de una obra que muestra el pasado y el ayer con figuras del hoy reciente, conviviendo en alegre carrusel. “La historia es conflicto, es desarrollo, es continuará, es polémica y no es lineal”, anuncian sus autores, Cristina Escofet y Héctor Alvarellos. Al mismo tiempo, continuan presentando De chacra, tambo y glorietas durante las tardes de los sábados (a las 15), y la celebración por su aniversario como grupo se completará con la realización, en noviembre, del Encuentro Nacional del Teatro Callejero de Grupos. Más información en grupolarinfla.com.ar.
Sábado a las 21, cerca del mastil principal del Parque Avellaneda, Av Lacarra y Directorio. A la gorra.
Conceptos de vida, redención y cambio transformados en obra. Así es como Sergio Ch. presenta al disco titulado con el año de su nacimiento. “Es la historia de mi viaje”, explica el ex líder de Natas. “Un encuentro conmigo mismo, con mis fantasmas, con mis demonios”. Sin buscar calidad en la grabación sino color en las tomas, es un disco en el que las canciones se presentan con la mayor crudeza y simplicidad posible, con guitarras criollas y acústicas, y también el piano, adquieren el protagonismo principal. “Parte de las canciones fueron las primeras tomas de algunos temas que luego conformaron parte del álbum de Ararat, Cabalgata hacia la luz. Otras son parte de mi historia, de mis vivencias y cambios rotundos que fui realizando en estos últimos años de mi vida”, explica Sergio. “El rock más oscuro y pesado posible está en la intención, no hace falta una batería doble bombo y diez pedales de distorsión para hacerlo. Lo oscuro y pesado es el mensaje mismo, en este caso el cambio, la ruptura y la manera de salir adelante en la vida pase lo que pase”.
El año pasado, el primer disco de La Trenza se presentó en Montevideo bajo el título de Psicodelia latina. Es el mismo que ahora cruza el charco, bautizado como Hoy me quiero divertir y firmado por Lucila Rada y La Trenza. Lucila es la hija mayor de Rubén Rada, y es mas conocida como presentadora televisiva en Uruguay que cantante, una carrera que había dejado en suspenso. Junto a Claudio Martínez ponen la voz para este trabajo de lo que han presentado como “un experimento más del laboratorio que tiene Rubén en su estudio”. El trío se completa con Gustavo Montemurro, socio en todas las búsquedas musicales de Rada, que justamente aparece como autor de casi todos los temas de un disco pensado para bailar, pero con su control de calidad por todos lados. Algo que se disfruta y agradece.
Una extraña secta, misteriosos mensajes recibidos del espacio exterior, secretos que el FBI guarda celosamente y un niño prodigioso capaz de conectar a quien lo mira con otros universos. Todo eso y algunas cosas más descansan en el corazón de la admirable Midnight Special, que no pasó por salas de cine y acaba de aparecer en el menú de opciones de la plataforma Qubit. Michael Shannon es el padre receloso que debe proteger a su hijo tanto de los fanáticos religiosos como de las fuerzas de seguridad, a quienes se les suma un amigo de la infancia y la propia madre del chico, interpretada por Kirsten Dunst con actitud de practicante mormona. Con un poco de acción, otro poco de melodrama familiar, bastante de ciencia ficción y una creciente tendencia al misticismo de origen cristiano, el film escrito y dirigido por Jeff Nichols vuelve a conectar con todas esas stranger things que el cine nunca abandonó, pero que la exitosa serie ha vuelto a poner en el centro de la atención global.
Este potente y exhaustivo documental de Ava DuVernay (la realizadora de Selma) acaba de presentarse en el Festival de Nueva York y, desde el próximo viernes, podrá verse en la selección de novedades de Netflix. A lo largo de 160 minutos, la película expone la hipocresía a la hora de aplicar la decimotercera enmienda de la constitución de los Estados Unidos, que prohíbela trata de personas: “Ni esclavitud ni servicio involuntario, excepto como un castigo a un crimen del que el responsable haya quedado debidamente convicto”. Centrándose en la inequidad a la hora del castigo penal dependiendo del origen racial, The 13th intenta demostrar que no todo ha cambiado desde los tiempos de Martin Luther King.
El director argentino Mauro Andrizzi continúa investigando los límites de la ficción, el documental y lo experimental con su quinto largometraje, presentado hace algunos meses en la competencia local del Bafici. De producción nacional y china, rodada enteramente en territorio asiático y con un reparto casi en su totalidad oriental, la película toma una antigua costumbre chinesca (los casamientos post mortem, con traslado de cadáveres incluidos, prohibidos por la ley) para narrar una aventura imposible protagonizada por dos simpáticos marginales. Desde el Más Allá, una voz les implora reunir su cuerpo con el de su antigua amada, y hacia ese destino parte el dúo, con la esperanza de recuperar un tesoro enterrado. Lejos de lo turístico, la mirada del realizador es de asombro y en sus planos de Shanghai (sus edificios y rutas, pero también su puerto, un rompecabezas de containers) hay lugar para el realismo y la fantasía más abigarrada, incluidos algunos homenajes al estilo inimitable del hongkonés Wong Kar-wai.
El cortometraje será el patito feo del cine, pero nunca muere. A partir de este miércoles y hasta el próximo domingo tendrá lugar una nueva edición de este festival de cortos que se realiza en ocho ciudades de todo el mundo, según afirman con orgullo sus organizadores. En este Shnit cosecha 2016 la Competencia Internacional estará integrada por 60 de los mejores films de metraje breve realizados durante el último año (todas las proyecciones serán en el Centro Cultural San Martín), pero habrá además programas especiales, actividades paralelas, talleres y charlas, que tendrán lugar en el Centro Cultural Recoleta. El programa completo, con días y horarios, puede consultarse en shnit.org/playground-buenos-aires
¿Quién hubiera dicho que la famosa técnica de dibujo sobre piel humana, relegada en el pasado de Occidente a duros marineros y recios presidiarios y en Oriente a marginales y mafiosos, se transformaría en un arte tan popular y masivo? La serie con formato de reality Ink Master, cuya nueva temporada está siendo transmitida por la señal TruTv en días y horarios rotativos, sigue a una serie de hombres y mujeres ilustrados a medida que los adornos aumentan de tamaño y complejidad, aunque más de uno/a tenga quejas sobre los resultados finales del proceso. Y también, por supuesto, a los concursantes: maestros de la tinta, en casi todos los casos profesionales, que compiten entre sí bajo la mirada atenta de un jurado. Conducida por el ex Jane’s Addiction y ex Red Hot Chili Peppers Dave Navarro –él mismo con más de un tatoo en su cuerpo– el show es el lugar ideal para buscar y encontrar aquel diseño escurridizo que luciría perfecto en ese brazo, pierna o pecho tan solitario y vacío.
Una pena que la serie de animación creada por Peter Browngardt para la señal Cartoon Network haya detenido su producción luego de cuatro temporadas ininterrumpidas, aunque sigue apareciendo en su programación, en días y horarios rotativos. El espíritu enloquecido de Tex Avery flota en el aire en cada capítulo de este “dibujito” que no le tiene miedo a la mezcla de técnicas y texturas. Las aventuras del personaje titular y sus inseparables amigos –Pizza Steve, la Tigresa Voladora Gigante Realista y el Señor Gus, sin olvidar a la riñonera parlante– merece un sitial de honor en la historia del surrealismo televisivo y la saga puede ser disfrutada tanto por los niños como por aquellos adultos que no hayan perdido el humor y la imaginación.
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