INEVITABLES
Hamlet, La metamorfosis
¿Es Hamlet un príncipe cobarde? ¿Un poeta existencialista? ¿Un muchacho angustiado, casi adolescente, que necesita encontrar la calma y nos grita a la cara su horror por la mentira? ¿Un artista frustrado devenido en político? ¿Un humorista enojado que desnuda nuestras conciencias? ¿Un bobo caprichoso? ¿Una mariposa condenada a transformarse en gusano? Luego de terminar con localidades agotadas su primera temporada, vuelve a la cartelera porteña esta versión originalísima del clásico isabelino con dirección de Carlos Rivas y protagonizada por Gabriela Toscano. Esta versión hace ver de cerca la cara de la joven indignación. Prácticamente encima del espectador, como un ilusionista que hace sus trucos de naipe a centímetros de los ojos de su audiencia.
Sábados 20.30 y domingos 20. Sala Arriba de Rivas, Estados Unidos 308. Entradas: $ 70.
El filoso Fo
Luego de una gira por España, Los Modernos vuelven a la cartelera porteña presentando la segunda temporada de Fo, el filoso. Se trata de la quinta creación del dúo compuesto por el uruguayo Pedro Paiva y el cordobés Alejandro Orlando. Un espectáculo que mantiene el formato de las obras anteriores y el sello que caracteriza a Los Modernos: un lenguaje teatral con código propio, singular comicidad y una verborragia delirante.
Todo se articula en torno de la figura de Fo, el filoso: el primer pensador de la humanidad, un erudito que trasciende los tiempos y lugares. En una escenografía mínima y cara a cara con su público, dos señores elegantes y exagerados dan cátedra. Los textos breves –escritos por Paiva– funcionan como microhistorias, intercalados por canciones que abren paso a la reflexión.
Sábados a las 23 y domingos a las 21, en el teatro El Cubo, Zelaya 3053. Entrada: desde $ 30.
Canciones propias
No podía haber elegido un mejor momento el cantautor uruguayo Fernando Cabrera para homenajear las canciones que lo formaron y lo acompañan: una actualidad que lo encuentra estabilizado como el artista que siempre había amagado ser pero que recién ahora se presenta como tal. Maduro y creativo, Cabrera versiona clásicos algo oscuros de este lado del río como “El tero tero” de Marcos Velázquez, el “Gurí pescador” de Osiris Rodríguez Castillo o el “Río de los pájaros” de Aníbal Sampayo. No faltan Daniel Viglietti (“Milonga de andar lejos”) ni Zitarrosa (“Si te vas”), asi como referentes inmediatos como Mateo (“Príncipe azul”), Dino (“Vientos del sur”), El Sabalero (“Pichonero”) o Rubén Rada (“Botija de mi país”), todos representados por sus temas más conocidos, a los que Cabrera arregla sutil pero muy personalmente, dándole otro sentido al título del disco. Un trabajo que se pone en evidencia en un clásico tan personal pero tan recorrido como “Balada para una mujer flaca”, de Eduardo Darnauchans, que Cabrera honra y al mismo tiempo desarma de manera francamente admirable. Aunque es de esperar que tenga edición local durante el transcurso de este año, Canciones propias por ahora sólo se consigue en su edición uruguaya.
Tensa calma
Con producción ejecutiva de Marcelo “Gillespi” Rodríguez, el saxofonista argentino Fabián Zylberman acaba de editar al frente de su septeto su segundo disco, Tensa Calma, acompañado por el trompetista Claudio Rossi, los saxofonistas Victor Skorkupski y Pablo Pesci, el pianista Alvaro Torres, Federico Arbia en bajo, Walter Rinavera en batería e invitados como Juan Valentino y Javier Mokdad. Con aires de jazz tradicional y de big band, sus nueve temas incluyen tanto composiciones propias como versiones de Duke Ellington, Henry Mancini e incluso el tema que abre el trabajo, “When I’m Sixty Four”, de los Beatles.
El descenso 2
Si la primera película, una modesta producción inglesa, fue toda una sorpresa con su historia de un grupo de chicas que descienden al interior de unas cavernas en los Apalaches y hacen un descubrimiento espeluznante, y por su estilo narrativo sencillo y directo como el del cine de terror de los ‘70, igual de asombroso es que esta secuela consiga prolongar la emoción cuando parecía que ya no había mucho más que explorar en ese argumento. Empezando donde terminaba el film original –con Sarah, interpretada por Shauna MacDonald, emergiendo de las catacumbas–, The Descent 2 vuelve de cabeza al terreno de aquél apoyándose en la fuerza de una serie de terrores primarios, prescindiendo totalmente de todas las perversiones al uso en sagas como El juego del miedo, y proveyendo, a pesar de cierta tendencia a la reiteración, momentos de genuino suspenso. Era mejor verla en cine, pero el que se la perdió tiene una oportunidad en DVD a partir de esta semana.
El exilio de Gardel
Conviene ignorar la caja del flamante lanzamiento de esta película de Pino Solanas sobre el exilio de los artistas argentinos durante la dictadura, ya que parece clonada de un viejo VHS, y no da cuenta de lo mejor de esta edición que llega a tiempo para conmemorar su 25 aniversario. Principalmente, los extras, que incluyen el documental dirigido por el historiador Fernando Martín Peña –exhibido apenas un par de veces en una presentación especial en el Malba–, que cuenta con muchas entrevistas a los responsables del film, y en especial a Solanas y Tato Pavlovsky, quienes van deshilvanando los rastros autobiográficos de su film, y el recuerdo de cómo fue irse al exilio cuando la dictadura militar se apoderó del país. Vale la pena incluso para quienes no estén del todo interesados en la película.
La casa muda
Bien recibida cuando se proyectó el año pasado en la Quincena de Realizadores de Cannes, esta película de terror uruguaya del director Gustavo Hernández sigue llamando la atención en su recorrido internacional por un dato particular: está filmada íntegramente con la función de video de una cámara de fotos, y en un solo plano secuencia apenas interrumpido por unos segundos de oscuridad total. No es el primer largometraje realizado de este modo: Raúl Perrone fue un pionero local en el uso del video de las camaritas de fotos digitales. Pero acaso sí sea la primera en utilizar estos medios para reformular elementos vistos en películas de terror de bajo presupuesto contemporáneas –de Blair Witch a Actividad paranormal, pasando especialmente por la española REC– y potenciar su efectividad. Son solo tres actores, encabezados por la joven Florencia Colucci, y un secreto siniestro cuyo contenido está inspirado en una historia real. Se estrena el próximo jueves, y quizá no sea para todo el mundo, pero conviene verla en pantalla grande.
Sidra
Y más cine con fotos, aunque se trate esencialmente de otra cosa. Filmada hace nueve años en video digital por, según declara su director, el publicitario y humorista Diego Recalde, sólo 700 pesos, Sidra es antes que nada una rareza con destellos de incorrección política, alguna deformidad y ganas de divertir. Su costado más experimental es formal: buena parte de sus escenas están narradas por sucesiones de fotos fijas acompañadas por una voz en off, mientras que una de sus líneas argumentales está protagonizada por un personaje (el propio Recalde) que presenta al instituto de cine un proyecto para una película porno “apta para todo público”. El resto es indefinible, así que, el que quiera, que arriesgue.
En el cine Gaumont, Incaa Km. O, Av. Rivadavia 1635
Once
Dos años después de su paso por festivales, no deja de ser decepcionante que esta gran película del director John Carney siga no solo sin estrenarse en cines en Argentina sino sin siquiera conseguir un lanzamiento adecuado en DVD. Por suerte, el canal especializado en cine independiente I.Sat ha salido a su rescate. La premisa es otro sencillo chico-conoce-chica. El chico es Guy, que divide su tiempo entre el trabajo en el local de padre y la interpretación de canciones propias y ajenas, como un trovador errante por las calles de Dublín. La chica es una inmigrante checa que vende flores para mantener a su madre y a su pequeña hija, y que también compone canciones, aunque no las comparte con nadie. Filmada en pocos días, con casi nada de dinero y protagonizada por dos músicos poco conocidos (Glen Hansard y Marketa Irglova), su melancólico encanto llegó a buena parte del mundo antes a través de su banda sonora (que está editada acá) que en forma de film, gracias al Oscar a mejor canción original que ganó por el tema “Falling Slowly”. Una pequeña perla escondida en la infinita programación del cable.
Sábado 29 a las 20, porI.Sat
Sliced
En esta nueva serie, motorizada por un espíritu rigurosamente científico y la energía y curiosidad inagotables de los niños, los presentadores John McClamont y Budd Kelley hacen lo que muchos fantasean diariamente con hacer para averiguar cómo es que funcionan los objetos que usamos cotidianamente: los abren al medio. Pueden ser juguetes de los más comunes, heladeras, hornos, inodoros, máquinas de billar, autos, tragamonedas, un camión de basura, electrodomésticos de todo tipo; lo que sea. Imperdible, empieza el próximo fin de semana.
Sábados a las 20 (con repeticiones domingos a las 24 y 12), por The History Channel.
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