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Domingo, 23 de octubre de 2016

FAN › UN MúSICO ELIGE SU CANCIóN FAVORITA: MAXI PRIETTO Y TERRITORIAL PISSINGS DE NIRVANA

SÓLO SABÍAMOS GRITAR

 Por Maxi Prietto

La noche en Santa Teresita nos miraba caminar por la arena, las olas del mar y el viento gritaban una canción. Caminábamos hacia los médanos donde habíamos encontrado nuestro lugar para estar lo más lejos posible de la vida humana. Llevaba mi guitarra. Vimos una fogata, unos tipos cantaban y bebían, parecían estar pasándola bien. Íbamos hablando con un amigo mientras pasábamos cerca de aquél fogón. Un grito golpeó nuestras espaldas. “¡Todos al piso!”, nos dimos vuelta y unos policías nos apuntaban. Todos al piso, la cara contra la arena fría, “nadie se mueva”. Nos dijeron que estaba prohibido hacer fuego en la playa y que estábamos todos detenidos. No era nuestro fuego pero no parecía ser conveniente abrir la boca. Nos dijeron que íbamos a subir todos al patrullero. Las instrucciones eran estas: “Mi compañero les va a señalar a cada uno el momento de subir. Cuando les de la señal se levantan y corren hasta el patrullero, se suben y esperan.” La señal era una patada en las costillas. Sentí la patada, fui corriendo con la guitarra en la mano y uno me dijo, “dame eso”. Le di mi guitarra al policía y sentí miedo de que no me la devuelva. Yo era menor de edad, lo único que quería era tocar la guitarra en unos médanos con mis amigos y ahí estábamos, apretujados yendo hacia la comisaría de Santa Teresita.

Sin cordones, sin cinturones, encerrados en una celda con unos borrachos treintañeros que se reían como si viviesen ahí.

–¿Cuántos años tenés? ¿cinco? –preguntó uno y los otros se rieron. La pregunta iba para uno de mis amigos. Nos transpiraban las manos.

De pronto el oficial entró con cara de enojado y se nos quedó mirando.

–Hay un kilo de cocaína adentro de la guitarra. ¿De quién es la guitarra?

Las miradas me señalaron y supe que había perdido.

–Mía.

–¿Así que vendés merca?

No podía ser cierto. Estábamos en la playa, era una noche hermosa ¿qué estaba pasando?

–¡Lo vas a matar del susto!- gritó uno de los borrachos y se tiró al piso de la carcajada.

–Vení. A ver qué le decís al comisario.

Lo seguí por un pasillo, abrió la última puerta. Salía humo de aquella oficina, había unos diez policías, olor a cigarrillo, botellas. Los policías se estaban divirtiendo con un pibe que estaba con la guitarra susurrando un tema de Bob Marley. Lo cantaba para adentro, casi ni se escuchaba y tenía una cara de susto tremenda, me hizo pensar que yo tendría la misma cara. Parecía una fiesta de policías. Una luz blanca de oficina y yo estaba entrando ahí con mi guitarra, mis 16 años y sin entender nada.

El tipo que parecía ser el comisario se cansó y dijo “Bueno, basta. ¡A joder a otro lado!” y de a uno pero sin dejar de reír se fueron yendo todos.

–¿Cómo es tu nombre?

–Maxi.

–¿Así que sabés tocar la guitarra?

–Un poco.

–Y decime ¿qué música te gusta?

No sabía que contestar, daba la sensación de que no podía hablarle normalmente, pero tampoco sabía cómo mentirle.

–Me gusta el rock.

–¿Pero qué grupo te gusta?

–No creo que lo conozca.

–Cortala. Decime, a ver.

–Nirvana.

–¿Y por qué no me puede gustar Nirvana? ¿Te pensás que a mi no me gusta Nirvana?

Se puso de pie y fue hasta unos cajones del escritorio. Empezó a revolver y finalmente sacó de una pila de objetos, una copia en cd del Nevermind. No lo podía creer. Teníamos algo en común. Era extraño.

–¿Sabés tocar las canciones de este disco? Si me gusta como cantás te dejo ir... Smels lique tin spirit... la sabés?

–Sí.

–A ver...

Empecé a tocar el tema y me interrumpió.

–Pará, pará –Lo miró al rastafari- ¿Vos no la sabés?

–No. ¿A ver cómo es? –me preguntó.

–No, no. Fuera. Andate. Decí que te mandé yo y te toman los datos y te vas.

El rastafari dejó la habitación y mientras salía, una mujer policía entraba y se sentaba en otro escritorio.

–Está por cantar una canción, escuchá.

–¡Ah si? –dijo con cara de aburrida.

-Cam. As. Iu. Ar. ¿Sabés esa? ¡Tocala!

Toque unos segundos y me interrumpió.

–¿Qué le pasa a estos pendejos? ¿Todos cantan bajito?

–Es que yo no soy cantante, sólo toco la guitarra. Mis amigos saben cantar...

El comisario no se la tragó, pero se rió de la ocurrencia y mandó a llamar a mis amigos. Al minuto llegaron, todos estaban pálidos.

–Me dice acá su amigo que saben cantar. Estuve todo el día escuchando pibes cantar para adentro. ¡Canten fuerte, mierda!

Empecé a tocar y mis amigos estaban como yo cuando entré, asustados, confundidos, con nervios y ganas de irse de ahí. El miedo a la autoridad nos impedía cantar fuerte. No sabíamos cantar, solo sabíamos gritar. Y eso era lo que nos estaba pidiendo el comisario. Era hora de que se pudra todo y la única forma de averiguarlo era con “Territorial Pissings”. Sin batería, sin bajo, sin distorsión, con una guitarra criolla pero a los gritos.

–Oficial, hay una canción de ese disco que la podemos cantar bien fuerte. Pero no quiero que se enoje si la cantamos como es.

–¡Al fin! Hace horas que están ahí y no se escucha nada.

–Bueno, pero mire que vamos a gritar.

–¡Perfecto!

Le entré a los tres acordes como loco. mis amigos al ver que el oficial sonreía se pusieron a cantar a los gritos. Le pusimos todo. Empezamos a sentir adrenalina, la canción era en inglés y evidentemente no entendían nada así que improvisamos unos cambios en la letra y empezamos a insultarlos en aquél idioma que desconocían. Mi vieja dormía en Buenos Aires sin sospecharlo. Estábamos en la comisaría, encerrados, haciendo pogo, gritando, insultando a un comisario mientras él nos aplaudía y se reía. Así que estando detenidos jugamos a ser un poco cínicos, que era lo poco que no nos podían quitar.

Nos dieron la libertad, una hoja en la que mecanografiaron los motivos de nuestra detención, y nos fuimos hasta la casa en la que parábamos. Fue una caminata que me recuerda a la película Cuenta conmigo.

Abrimos unas cervezas y tratamos de entender todo lo que había pasado.

En la playa, el mar seguía gritando canciones. Es solo una cuestión de tiempo, y la roca será arena, dijo el viento.

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