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“Michelle” tiene un significado especial para mí por una razón sencilla y esencial: es la primera canción que aprendí en el bajo. Me la enseñó Machi Rufino, que fue mi gran maestro, no sólo de bajo sino de la música en general. Yo tenía unos 16 años, ya conocía la canción, es del disco Rubber Soul, que es un álbum que se escuchaba mucho en mi casa cuando yo era chica, así que tiene algo de sensación familiar para mí. Hoy, cada vez que aparece la canción es acordarme automáticamente de aquella primera vez que la toqué, recuerdo la partitura, cada detalle; la sensación de estar sacándola, de sentir que estaba aprendiendo formalmente cómo se tocaba una canción, y de cómo se pensaba armónicamente una línea de bajo.

Los Beatles tienen mucho que ver con mis inicios musicales. Todos sus discos se escuchaban en casa. Mi mamá tenía una guitarra de concierto del luthier Sergio Repiso, de 1964, que yo de chiquita agarraba y tocaba todo el tiempo y que hoy conservo en un rincón preciado de mi estudio. Un tiempo después me hice fanática de los temas de The Police, y empecé a sacar en esa guitarra las bases de los temas de la banda, hasta que un amigo, Juan Absatz (hoy tecladista de Fito Páez), me dijo: “¿Por qué no te comprás un bajo?”, ya que yo tocaba siempre las líneas de la base. Ahí fue que incorporé el bajo, recuerdo que encontré uno en Segundamano, le pedí plata prestada a una amiga, dado que mis padres no querían saber nada, y me tomé el tren con mi hermana mayor hasta Santos Lugares, donde compré mi primer “Faim” y volví a casa con mi bajo nuevo, que era durísimo y estaba hecho pelota, lo enchufé en el equipo de audio de mi casa ¡¡¡y lo quemé!!! Todos esos primeros pasos fueron autodidactas; durante mucho tiempo estuve entre Los Beatles y The Police, por mi cuenta. En casa también se escuchaban mucho los Stones, Frank Zappa, The Who, Led Zeppeling, James Taylor, Joni Mitchell... Pero los Beatles ocupaban la cabecera. Recuerdo mucho ir en el auto con mi viejo y que sonaran ellos.

“Michelle” está ligada a ese momento fundamental en el que yo empezaba a entender que era capaz de tocar una línea de bajo. Machi me sentó y me dijo: “Hoy vas a aprender una canción muy importante y nada menos que de los Beatles y de su bajista Paul McCartney”, y puso play en el living de su casa donde me daba clases, bajo la mirada atenta de L. A. Spinetta, que salía de un póster de Invisible que tenía colgado en una de las paredes.

Siempre me gustó la parte “afrancesada” de la canción, esa mezcla entre el inglés y el francés. Otra particularidad que tiene esa canción y ese disco, es la mezcla de sonido, todas las voces principales están paneadas a la derecha y el bajo a la izquierda. Y yo empezaba a descubrir lo que era el “paneo”, me volvía loca paneando para un lado y para el otro, y escuchando cómo estaba hecho. Hasta el día de hoy es uno de los discos que más me gusta cómo está hecho.

“Michelle” es importante para mí porque es parte de mi infancia y de mis comienzos con la música. Ese momento donde uno todavía tenía los oídos vírgenes y empezaba a conocer el mundo de las canciones, del sonido, de la sensibilidad de la música. Los Beatles fueron parte de esa etapa de mi vida, como lo son de la mayoría de los músicos de rock. Y siguen siendo parte de mi vida. Hubo un momento en la adolescencia en que los dejé de escuchar tanto, cuando empecé a estudiar más y a incursionar en otras músicas como el rock sinfónico, el jazz, la música clásica, o música más moderna de los ’80 y ’90. Luego los volví a agarrar más de grande, cuando pegué la vuelta y entendí aún más la importancia de su música y de sus influencias. Los Beatles son de esas cosas que hacen el soundtrack de tu vida. Ahora hago algo que antes no hacía tanto, que es tocarlos, una y otra vez. Cuando te reunís con músicos, para ensayar, y terminás zapando o lo que sea, muchas veces los Beatles son lo que nos aúna: todos tenemos un songbook de los Beatles en nuestro repertorio, siempre hay varias que sabemos todos, que tenemos en común, y ellos vuelven a aparecer.

María Eva presenta su nuevo disco Más ahora que después, realizado con la colaboración de Ezequiel Araujo, Javier Malosetti, Fernando Samalea, Tito Losavio, Fernando Kabusacki, Aaron Johnston (Brazilian Girls), Fernando Nalé y Deborah De Corral, entre otros. La presentación es el jueves 28 de octubre, a las 22, en el Samsumg Studio, Pasaje 5 de Julio 444, San Telmo. Localidades a través de: www.tuentrada.com Más información en www.mariaevamusic.com