Domingo, 25 de septiembre de 2016 | Hoy
SALí
Por Sebastián Laffaye
Una luminosa esquina de Palermo (tras mudanza reciente desde Belgrano) es el hogar de La Casa de Oshawa, proyecto dedicado a la difusión de la macrobiótica, entendida como el equilibro (es decir, la salud) a través de los alimentos. El gran salón es presidido por un mostrador con algunos dulces y viandas para llevar. Detrás, unos pizarrones anuncian los platos disponibles mientras que un almacén pequeño ofrece vinos orgánicos, mermeladas con azúcar mascabo, cervezas artesanales.
La casa avisa que allí se promueve una alimentación natural, integral y balanceada, utilizando agua filtrada, sal marina y, en la medida de lo posible, productos orgánicos. Pero esta búsqueda no impide que los platos sean generosos, con sabores logrados.
Si bien la mayoría de la oferta es vegetariana, todos los días hay algún pescado y un pollo de campo sabroso y de buena textura. Para almorzar, lo mejor es ir por “el plato balanceado” (entre $170 y $180) que incluye cereales (arroz yamaní o arepa de mijo), verduras (al horno y crudas) y proteínas (pollo, pescado, tofu o seitan), en preparaciones que varían según productos y capricho del cocinero. La carta incluye una polenta grillada con vegetales asados, sopas y empanadas. Entre los postres, todos elaborados sin harinas ni azúcares refinados, lo mejor son el cake húmedo de zanahoria ($65) y la mousse de cacao. Para beber, hay clásicos limonada y té frío, y suman vinos orgánicos y la cerveza artesanal La Serrana.
Más allá del restaurante y almacén, en Oshawa también dan cursos de cocina macrobiótica, en módulos de dos clases de tres horas cada una. “”Se trata de enseñar a preparar platos balanceados, cocinando y variando los ingredientes para que la comida sea rica. Una alimentación saludable y sostenible a lo largo del tiempo”, explica la profesora a cargo, Perla Palacci de Jacobowitz. Con valores que rondan los $600, es necesario llamar para conocer el cronograma de cursos actual.
La macrobiótica propone una forma de vida. Y La Casa de Oshawa la difunde sin olvidar la importancia del sabor.
La Casa de Oshawa queda en Honduras 5900. Teléfono: 4772-0022. Horario de atención: martes a domingos de 10 a 21.
Con apenas meses de vida, Mosto Vinazzi es una buena noticia gastronómica. Se trata de un enorme pero aún así cálido ambiente, con una larga barra, sillas rústicas y confortables y, detalle que se agradece, una muy buena iluminación. Al fondo, el pizarrón anuncia los especiales del día, mientras que las paredes exhiben botellas y estanterías con productos a la venta.
Para comenzar son ideales las jugosas empanadas de ossobuco ($35): salen en fritura correctamente ejecutada, con una bienvenida salsa de tomate picante. Rica también la morcilla con queso de cabra y manzana ($85), que logra buen contraste de texturas y temperaturas o la espinaca y huevo ($85), con un delicioso dejo al salteado en ajo de las verduras.
Los principales ($110 a $160) apuestan fuerte por las carnes. Con los fríos que aún no se retiran, hay un suculento guiso de lentejas, una bondiola braseada con chutney o un pechito de ternera en cocción larga con papas asadas. También, trucha a la manteca negra, preparación casi desaparecida de los menúes porteños. Todos platos contundentes, sin pretensiones pero bien realizados y en porciones grandes. Hay una sección dedicada a la sandwichería, con -por ejemplo— una arepa hecha en casa, un sándwich vegetariano y otro de medallón de pescado.
La carta de vino merece un párrafo aparte. Con botellas que arrancan desde los $115 (Argento Malbec), hay para todos los bolsillos, siempre a precios de vinería que permiten darse un gusto, como con el Atamisque Cabernet a $400. La carta también incluye una interesante variedad de whiskies, entre ellos La Alazana, el primer (y único) single malt nacional.
Pero en Mosto Vinazzi hay más que comida y bebida. Un sábado por mes se corren las sillas para dar rienda suelta a otra pasión personal de la cocinera a cargo: el yoga. Con cupos limitados, se organiza una clase apta para todos los niveles, seguida de un brunch, que -si hay suerte-, incluye unos maravillosos cannoli sicilianos.
Mosto Vinazzi queda en Gorriti 3972. Teléfono: 4867-3388. Horario de atención: martes a domingos de 18 a 1.
Más allá de su larga historia francesa, es sabido que la cepa Malbec encontró su lugar en el mundo en la Argentina, donde se convirtió en el gran emblema del vino nacional, seguido muy de lejos por el Torrontés. Y La Malbequería, espacio inaugurado hace apenas semanas, le rinde tributo, ofreciendo una selección actual de más de 200 etiquetas de este varietal, y con la expresa intención de superar las quinientas en breve.
Sobre Gurruchaga, apenas se llega, destaca una enorme estantería de hierro y madera con la apabullante colección de botellas. Hacia el interior aparece una larga mesa comunitaria de madera maciza en un patio techado con muy buena climatización, enmarcado por una enredadera que cubre las paredes. Se trata de una casa chorizo reformada, que más al fondo se abre a un espacio con árboles y fuentes, de inesperada y bienvenida quietud.
Hay Malbec para todos los gustos y bolsillos, arrancando en los amables $120 y ascendiendo al cielo con joyitas desperdigadas aquí y allá. Para esas selecciones especiales, conviene pedir consejo a Juan Argerich, enólogo y encargado de la selección de las etiquetas.
Vecina de Lo de Jesús (con quien comparte propietarios), es este restaurante palermitano el encargado usual de abastecer con sus carnes (y, en especial, con su muy buen revuelto gamajo -$120-, servido en su punto preciso sobre una tostada de pan de campo) a los comensales. Pero el lugar cuenta con una cocina propia, que le permite llevar a cabo su segunda especialidad: los eventos. Sea desde ciclos culturales, como el reciente Comer de Cine (donde se proyectaron films de la talla de The Man Who Would Be King, de John Huston) hasta presentaciones y festejos privados. En breve, prometen la apertura de un bar con una selección de espumantes nacionales de alta gama, espirituosas y cócteles.
Con cada vez más vinotecas y wine bars abriendo el juego en Buenos Aires, La Malbequeria se muestra como un precioso luhar donde comprar un buen vino o cenar a la luz de las estrellas.
La Malbequería queda en Gurruchaga 1418. Teléfono: 4831-1961. Horario de atención: todos los días de 11 a 24.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.