VENDIMIA PORTEÑA

Pan y Arte: tradición mendocina en Boedo

Julieta Goldman

Hasta fin de mes la Vendimia se muda de Mendoza al barrio de Boedo. La idea es celebrar la fiesta de los sentidos con la gente del barrio y con todos aquellos que quieran acercarse. Y para que una fiesta sea completa no puede faltar el alcohol. Por eso habrá degustaciones de bodegas varias y charlas de expertos en vinos, además de folklore tradicional mendocino en vivo, ciclos de poesía, teatro y mucho brindis.

Tomando como punto de partida el momento de la cosecha, la idea de lo cíclico en el proceso de gestación del vino y todo lo que implica la vendimia, se irán realizando a lo largo del mes distintas actividades que incluyen exposición de fotos, intervención del restaurante, teatro al aire libre, tango y danza. Y

entre actividad y actividad, siempre habrá una copita en mano. Este homenaje

dionisíaco se debe, en gran parte, a que los dueños de este ya clásico emprendimiento familiar de Boedo son oriundos de Mendoza y decidieron agasajar a su provincia con una fiesta clásica como es la Vendimia.

Para la ocasión, además de la carta típica de Pan y Arte, sumaron un menú Andino y Cuyano que va desde picada andina, quesos de cabra con dulces de montaña, empanadas mendocinas, pastel típico mendocino en cazuela de barro, milanesa campechana, brosquetas de alcauciles o chivo al horno a la almendra. Si en las vacaciones te quedaste con ganas de ir a Mendoza o bien querés inmortalizar recuerdos de verano es una excelente opción para revivirlo, aunque ya en otoño, y probar muchos, pero muchos varietales de vino y sus derivados.

Actividades desde las 19 en Pan y Arte: Boedo 876, los lunes, jueves, viernes, sábados y domingos. Informes: 4957-6702 / 4932-4299

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COCINA NACIONAL

Raíces: Tradición argentina con distinción gourmet

Por Ignacio Molina

Los restaurantes de barrio, alejados de los circuitos de moda, suelen tener un plus de calidez en el servicio y en la ambientación que los hace especiales. Este es el caso de Raíces, el flamante restaurante de “cocina con historia” que abrió hace dos meses en una esquina lindera entre Saavedra y Coghlan y que ya se convirtió en una excelente opción, a la hora de planificar una salida. Fernanda Tabares y Mario Pinnel son los creadores de esta propuesta, donde se puede disfrutar de platos de comida casera por un precio aproximado de cincuenta pesos por persona con vino incluido. Ubicado en una amplia ochava, en un local donde funcionó, desde principios del siglo XX hasta hace pocos años, un almacén de ramos generales, Raíces combina la tradición argentina con la distinción gourmet. Las opciones de la entrada se vinculan de alguna manera con el nombre del restaurante, ya que, más directa o más indirectamente, tienen que ver con las raíces de la cocina nacional: lengüitas a la vinagreta, revuelto Raíces (revuelto de gramajo) y volcán de papas y chorizo de campo, entre otros. Dos de las alternativas que pueden pedirse para el plato fuerte y que se despachan desde la cocina a la vista (una propuesta arriesgada que acá logra salir airosa) son el risotto de mollejas y crocantes, los sorprendentes sorrentinos negros de salmón con crema de vino blanco y ciboulette, el bife con papas fritas Raíces –con reducción de vino tinto y papas en dos cocciones–, o el muy recomendable carré de cerdo con salteado de batatas y peras el azúcar. Entre los postres, se destacan la chocotorta con salsa de licor de whisky y la crema quemada de dulce de leche y recuerdo de coco. Abierto desde temprano, Raíces también ofrece desayunos y meriendas, tragos para el atardecer y menús promocionales para la hora del almuerzo.

Raíces queda en Crisólogo Larralde 3995.

Abre de martes a sábados de 9 a 24. Reservas al teléfono 4541-4927

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SEGUNDAS PARTES

Artemisia II: menú rico, sano y abundante

Por Ignacio Molina

Los amantes de la cocina natural tienen un nuevo sitio para visitar en Buenos Aires: Artemisia II, un restaurante que nació a imagen y semejanza de su hermano mayor de la calle Cabrera y que hace menos de un mes y medio abrió sus puertas en esta zona de la ciudad en que Palermo Viejo empieza a transformarse en Colegiales. La cocina de Artemisia se define como natural y casera, ya que todos los platos que ofrece son elaborados en el momento con productos frescos para que los alimentos (a base de vegetales, cereales, semillas, pescados, pastas y especias) conserven sus propiedades nutritivas. La carta es extensa y, tanto en ella como en la buena atención, y en la decoración del tranquilo y luminoso local, están cuidados los detalles. Para compartir en la entrada, o como atracción principal si se va fuera de la hora del almuerzo o la cena, conviene pedir algún tapeo. El tapeo tradicional, por ejemplo, incluye, entre varios ingredientes, aceitunas rebozadas en avena crocante, ajos confitados en soja y azúcar, pinchos capresse, bruschetas de puerro y queso y remolachas en jengibre. Entre los principales, el plato más exitoso es el de los ravioles de salmón sin masa, rellenos de champignon y verdeo, acompañados de timbal de arroz especiado, vegetales y ensalada verde. También vale mencionar el wok de arroz yamani con vegetales y cúrcuma y a los sorrentinos rellenos de ricota, apio y nuez con salsa de tomate, oliva y albahaca. Cualquiera de las opciones del postre (copa de mousse de maracuyá o flan de manzana y amaranto, por ejemplo) va a seguir despertando los sentidos. Un capítulo aparte, que excedería los límites de esta nota, merecerían los jugos y los licuados naturales, las infusiones y los panes caseros. Se puede afirmar que el objetivo de Artemisia (“lograr una atmósfera relajada y cálida a la hora de disfrutar de una rica y saludable comida”, según su dueña, Carolina Guryn) se cumple a la perfección.

Artemisia queda en Gorriti 5996.

Abre de martes a sábado todo el día, y los domingos de 9 a 17. Reservas al teléfono 4776-5484.

PARA PALADARES ELEGANTES

Godoy: excelencia en fusión de cocina asiática y latinoamericana

Por Ignacio Molina

Godoy es un restaurante de primer nivel que funciona desde hace tres años en Palermo, justo en el límite que separa a los sub-barrios que desde hace unos años son llamados Hollywood y Soho. Godoy fue construido con elegancia, refinamiento y buen gusto sobre las estructuras, aún incólumes, de un viejo galpón ferroviario, e inaugurado durante la exposición Casa Foa 2007. Su propuesta culinaria va en sintonía con la sofisticación del lugar. La cocina, dirigida por el chef Alejandro Goñi, combina las mejores costumbres y tradiciones asiáticas y latinoamericanas. Goñi explica que el secreto de su cocina consiste en, por ejemplo, incorporar texturas y sabores de ingredientes tailandeses o vietnamitas a platos provenientes de las culturas peruana y japonesa. Lo que surge de estas combinaciones, además de una amplia carta de sushi, son entradas como la de frutos de mar y salteado de minivegetales con mix de hojas y pétalos o la bondiola de cerdo asada y reposada (durante varias horas, lo que hace que literalmente se corte con tenedor) con láminas de espárragos. O platos principales a base de carne, como el lomo adobado en especias con papines andinos sobre salsa huancaína, o de pescado, como el atún con puré de berenjenas y mango, almendras e higos. Para el postre, si se va en pareja, se recomienda pedir el delirio de minidulces, una serie de bocados (bombón de helado con cobertura de chocolate ahumado, torta húmeda de chocolate con piñas, mini cheesecake de dulce de leche, sorbet de frambuesa, cremoso de chocolate blanco) que le hacen honor a su nombre. Pero si a uno le cuesta decidirse al estudiar las opciones, puede recurrir al menú degustación omasake (“encargo” o “protección”, en japonés) para que el chef, según su inspiración y las materias primas más frescas con las que cuente en el momento, lo deleite con una variedad de pequeños platos que recorran lo mejor de la carta.

Godoy queda en Paraguay 4905.

Abre de lunes a sábados, de 19 al cierre. Reservas al teléfono 4116-1923.