“Las marcas son capaces de sacar provecho de todo; incluso de un apocalipsis zombi”, presume (no sin cierto fundamento) el sitio “para la generación conectada” Mashable. Y, sin más, agrega que, en su afán por innovar y dirigir su rumbo hacia el futuro, “grandes compañías como Apple o Google van a tener que cambiar su estrategia significativamente cuando la hecatombe de los muertos vivos inevitablemente suceda”. Pues, presuponiendo que cuando tal evento ocurra todavía haya electricidad (y artilugios digitales, señal wifi, agua corriente, etcétera, etcétera, etcétera), la tecnología proveerá de herramientas válidas. Al menos, a consideración de Josh Namdar y Aditya Hariharan, dos estudiantes publicitaciones de la Miami Ad School, que imaginaron cómo sería el aggiornamento del capitalismo de cara (brazos, piernas, culete, y así) a los mordiscones. ¿Billetes cubiertos de sangre? Sin ninguna duda. Aunque la dupla tenga una visión más “romántica” de los posibles –o potenciales, a gusto– sucesos. A saber...

“¿Alguna vez se preguntó qué pasaría si famosas empresas usaran sus recursos existentes e influencias para ayudar a la humanidad sobrevivir? ¿No sería una manera fresca de conseguir un uso potencial para ver lo inteligente y perspicaz que es la especie humana?”, interrogan los muchachos –expresos fanáticos de The Walking Dead, Resident Evil y Dawn of the Dead– en Brands vs. Zombies, página web que crearon con la expresa misión de responder tamaña duda. Y las soluciones están a la vista: con Amazon facilitando la compra de machetes, pistolas y alambre de púas (delivery incluido, vía drones); Ikea delineando hábiles manuales autodefensa, con simples pasos para –por ejemplo– bloquear ingresos varios; o Airbnb presentando hogares plausibles de ser habitados, sin anfitriones “indeseables”. O, para el caso, un Tinder especializado ya no en encontrar medias naranjas románticas sino grupos soñados de subsistencia. Google Mapz, por su parte, contribuye con su granito de arena: señalizaciones clave sobre zonas repletas de hordas o libres de infección. En fin, marcas y zombis; una mezcla llena de ¿esperanza?