A saber: miles y miles y miles (y miles) de estudios han dedicado su devoto tiempo a desentrañar las malignidades ocultas tras las redes sociales, deviniendo todos –en mayor o menor grado– a las mismas conclusiones. Eureka: alimentan las tecno-adicciones, detonan los niveles de estrés, alteran el sentido de realidad… Pues, lo evidente ha cobrado nueva evidencia los últimos días, cuando una estrella de Instagram de 19 pirulos decidió renunciar a la mentada red y, colmo de la ironía, acabó volviéndose en sensación viral. Y voz de una causa que se expresa por… otra vía virtual. Hete aquí el asunto: cansada de “vivir una vida ficcional”, la modelo australiana Essena O’Neill blanqueó la ansiedad que le generaba recabar un “me gusta” tras otro, amén de levantar pics que le habían llevado horas perfeccionar. Kilos de maquillaje para mostrarse tersa y radiante; días sin almuerzo (o cena) para dar con la silueta ideal… Y todo por un simple like.

O, más bien, decenas de miles, en tanto llegó a sumar 750 mil seguidores en Instagram. “He pasado la mayor parte de mi vida siendo adicta a las redes sociales, la aprobación social, el estatus social y mi apariencia física. Estaba consumida por ello. ¿Cómo podemos darnos cuenta de nuestros propios talentos si no dejamos de fijarnos en los demás?”, anotó la chica O’Neill en la última imagen levantada a Instagram, antes de eliminar definitivamente su cuenta (borró también su cuenta en YouTube). Donde anotó además: “Somos una generación de cerebros lavados”, e instó a sus compatriotas globales a pensar mejor cuál es la intención de cada foto, a contribuir al mundo un cacho de sustancia. En su caso, la sustancia llega en formato web: acaba de crear el sitio Let’s Be Game Changers (“Cambiemos las reglas del juego”), donde –a través de videos con relatos personales– busca incitar a jóvenes “que quieren algo más del mundo que un ‘me gusta’ en una imagen” a “vivir conscientemente, pelear contra la tecnoadicción, minimizar la cultura de las celebridades, promover el veganismo, la equidad de género, el arte controversial”. Mientras no lo promocione por Twitter…