Contra la revolución de la alegría, ha llegado la cara ilustrada de la contrarrevolución: un grupo antisistema con conciencia política independiente, que presta el pincel para reírse de la realidad actual. Embanderados bajo el nombre Alegría, se trata de un colectivo “organizado en la desorganización”, a decir de sus integrantes: los historietistas y humoristas gráficos Sergio Langer, Esteban Podetti, Gustavo Sala, Ernán Cirianni, Otto, El Gory, ALV, Razz, Sémola Souto, Polaco Scalerandi, Verde, Marcos Vergara, Puerto, Maxi Sanguinetti, Diego Rey, Iván Riskin, Martín Lietti, Juani Navarro, Mantrul, Camila Torre Notari, Juan Pablo Valdecantos, Julián Mono, Gustavo Von Chuyo, Ezequiel García, Fantoni y Ladrón. Reunidos todos por un bien mayor, común: hacer humor político. A través de viñetas que levantan a diario en sus sendas cuentas online –de Facebook y Twitter–, con prolífica actividad en su escueto mes de vida. Y sí, con tanta tela de dónde cortar, la última inquietud es quedarse sin inspiración divina…

“Aunque indudablemente este sea un momento jugoso para hacer humor político, el género tiene larga tradición en Argentina”, explican, enumerando desde la decana Mosquito hasta la Humor, pasando por Tia Vicenta o Satiricón . “Actualmente hay dos maneras de hacerlo: trabajar en un diario que ‘sugiere’ una línea ideológica, o expresarse a través de Internet. Las revistas de humor gráfico político ya no existen; todo quedó relegado a memes de los Simpsons y a retoques fotográficos anónimos”, ofrecen quienes planean –con el discurrir de los venideros meses– convertirse en publicación digital mensual o bimensual, “con contenidos más extensos a los propuestos en redes sociales: historietas con investigación periodística, humorísticas, de personas…” Hasta entonces, ¿aceptan colaboraciones espontáneas de fanáticos en la red? “No, no de momento. Pero una vez que nos ordenemos bien, vamos a sumar más gente, y posiblemente abramos una convocatoria al público en general y a humoristas de renombre como Luis Majul o Pato Bullrich”. No es para menos; si en algo se destacan esos dos es en dibujar. Aunque, nobleza obliga, rara vez roben carcajadas.