De los creadores Cannoboss –traje con (excesivos) motivos de chalas en corbata, pantalón y saco–, Testival –que reproduce las barras de color de las tevé de antaño sobre la pilcha–, Pumpking –con decenas de calabazas– y Bloody Harry –blanco, con salpicaduras de sangre–, llega la última demencia de los atuendos semi-formales. Obra y (des)gracia de la compañía OppoSuits, fundada en 2012 en Ámsterdam por Jasper Castelein, Jelle van der Zwet y Guus Bakker, se trata de un pulcro traje especialmente diseñado para “convertirte en el CEO de los nerds”. Bautizado Pac-Man Fever, viene en un color, con estampados alineados, conforme al estilo tacky-chic retro del que se vanagloria la firma; y las tres piezas están dedicadas al arcade ochentero de Namco. Que, por cierto, ha dado el visto bueno para tan extravagante indumentaria. ¿Cómo no hacerlo? Después de todo, la propuesta es una oda al bicho amarillo, su laberinto lleno de puntos y los fantasmitas Akabei, Pinky, Aosuke y Guzuta (tales eran sus nombres originales).

“El personaje de boca grande finalmente tiene su traje”, advierte la descripción de la excéntrica propuesta, que puede adquirirse por 110 dólares (más gastos de envío) solo en Estados Unidos, Gran Bretaña y demás países europeos. Mientras, Castelein, uno de los responsables, se jacta: “Los tipos que pensaron esta idea son simplemente geniales” ¿Ok…? “Nuestra fuerza está en nuestros principios,” dice Opposuits en su página web. Y en tono menos petulante, recuerda su misión: “Seguimos los mismos valores que desde hace cuatro años. Queremos crear trajes para los hombres que no se toman a sí mismos demasiado en serio, pero aun así quieren mantener un estilo especial. Hemos comprobado que hay un grupo de hombres que piensan igual que nosotros”. A juzgar por la reacción (positiva) en redes, parecieran estar en lo cierto. Muchos coinciden en que usar el Pac-ManFever es un gran modo de iniciar conversaciones, demostrar la propia hombría (no cualquier se le anima) o “ganar chicas en los fichines”.