Domingo, 22 de septiembre de 2002 | Hoy
VALE DECIR
La Nación que
no miramos
El jueves a la noche, la Cámara Argentina del Libro organizó una
ceremonia en la que entregó los premios Julio Cortázar 2002. El
viernes, la sección Espectáculos de La Nación publicó
la noticia, dando a conocer que habían resultado premiados el programa
de radio El disfrute, conducido por Carlos Ulanovsky, y el ciclo
televisivo El grafonauta, entre otros. Lo cual es cierto,
aunque, humildemente, cabe aclarar que no hubo otros premiados más
que Radar y Radar/libros.
Rapsodia en azul
Probablemente primero probaron el bastoncito. Pero no funcionó. Después
habrán tratado de matarlos con la indiferencia, pero no hubo variaciones
en los resultados. Seguramente habrán recurrido a la psicología
inversa, hasta decidirse por el método de la disuasión cultural,
también conocido como el espanto culturoso. El caso es que
la policía de Boston ha experimentado con un procedimiento poco común
para evitar que bandas de adolescentes se queden dando vueltas en una de las
estaciones locales de subte: pasar música de Gershwin. La policía
de tránsito también ha recurrido a varias marchas de Sousa como
parte de un plan que parece estar funcionando. Según el Boston Globe,
ya se han recibido varias quejas de parte de púberes a los que no los
satisface la nueva ambientación sonora bajo tierra. El jefe de la policía,
William Fleming, insistió con que ya habían probado todos los
métodos imaginables, y que éstos habían fallado: Intentamos
arrestar a estos chicos el año pasado. Pero no funcionó. Simplemente
quisimos probar algo diferente. A lo que un empleado de la estación
agregó: La música amansa a las bestias. Ahora ya no vienen
tan seguido, y desde que se empezó a implementar este sistema, yo no
he visto peleas. Lo que se dice una ciudad que quiere a sus jóvenes.
Un tapado de nutria manchado
de semen
Para algunos productores musicales se trata de una verdadera ridiculez, pero
lo más probable es que muchos sólo se estén preguntando:
¿cómo no se nos ocurrió a nosotros primero? La cuestión
es que un musical erótico inspirado en el affair Clinton-Lewinsky pero
trasladado al Kremlin y con el premier ruso Vladimir Putin y la secretaria Masha
Lewinsonova como pareja protagónica, ya está en camino. El proyecto
es obra de la afiebrada mente del compositor Vitaly Okorokov, quien, según
la Nezavisimaya Gazeta, ya tuvo un par de reuniones con representantes de la
administración Putin para ponerlos al tanto de su idea. El Consejo de
Arte de la Opera de Saratov tomará en consideración los planes
de Okorokov hacia el mes de noviembre. Si todo sale bien, los ensayos comenzarán
en enero del año que viene y muy pronto el mundo podrá asistir
al resultado de uno de los intercambios culturales más importantes de
los últimos tiempos.
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