Cuenta el diario El País de Madrid que el club de fútbol Real Betis, de primera división, iniciará en 15 días la construcción de un espacio funerario en su estadio Benito Villamarín. Se trata de un columbario: un espacio donde los hinchas podrán depositar sus cenizas —no por sí mismos, claro, ya que estarán muertos en ese momento—.

La tarifa mínima será de 1200 euros e inicialmente habrá espacio para 10 mil urnas; el club espera recaudar nueve millones de euros en los próximos cinco años. “Será un espacio de reconocimiento y homenaje a todos los béticos que quieran enterrarse en el estadio de su alma”, apunta Luis Oliver, el consejero deportivo del club.

El Atlético de Madrid y el Espanyol van en camino de hacer lo mismo. “Creo que, en la situación actual en la que está España, es una brillante gestión tanto sentimental como económica”, agrega Oliver. No queda demasiado claro que sea tan buena idea: se trata básicamente de cambiar hinchas por dinero. Dada la bajísima tasa de natalidad europea, ¿de dónde van a sacar nuevos adherentes?