“¿Qué harías si te quedases encerrado en un museo toda la noche durante una retrospectiva de Jeff Koons?”, se pregunta el artista multimedia Hunter Jonakin, oriundo de Alabama. Su respuesta: la destrucción masiva. Cansado de escuchar nombrar por doquier al autor de las piezas kitsch más infladas del mundillo del arte contemporáneo (incluso aparece en el último libro de Houellebecq), Jonakin creó “Jeff Koons must die!!!”, un videogame que –en formato de arcade ochentoso– invita a destruir la obra del laureado artista. Sí, Puppy también debe morir.

Con 25 centavos –que activan la consola–, un joystick, dos botones y un lanzamisiles como única arma, el jugador tiene pocas opciones: o pasea sin bombardear y deja que, pocos minutos después, el game finalice, o da rienda suelta a la hecatombe, en cuyo caso el propio Koons aparecerá, retará y mandará a un sinfín de curadores, abogados, asistentes y guardias a asesinar al jugador. “Al final, es imposible ganar. Por eso, funciona como comentario a las estructuras de poder y al sistema que rige al arte, los museos, la cultura y el comercio”, explica HJ en www.hunterjonakin.com.

Pero, ¿por qué eligió al ex de la Ciccioliona y le dedicó su vengativa pieza interactiva? “Es uno de los artistas vivos que más opiniones polarizadas genera. Los espectadores lo aman o lo odian”, fue la respuesta del ensañado muchacho que, en sus obras, usa materiales no convencionales –GPS, fibra de vidrio, dispositivos electrónicos y plásticos, entre otros– para establecer un punto de vista conceptual y estético. Pero, a no dejarse engañar: en el mercado del arte, frente a Koons, difícilmente tenga alguna chance.