Para An Yanshi, un hombre de Sichuan, al sur de China, romper records (y ganar unos billetes, en el proceso) motoriza iniciativas. Por eso, ideó un nuevo tipo de té que, según anticipa, será el más caro de la historia. ¿Cuál será su particularidad? Pues, para la infusión premium utilizará un novedoso ingrediente: excremento de oso panda. “Estos animales tienen un sistema digestivo muy pobre que sólo absorbe el 30 por ciento de lo que ingieren, lo que se traduce en heces muy ricas en fibras y nutrientes”, explica el innovador oriental, ex empresario y profesor universitario de caligrafía.

Para su utilización como fertilizante, “que aportará un sabor maduro, a frutos secos, y un aroma distintivo y especial”, el chino —con idea patentada— ha recolectado cinco toneladas de deposiciones del Centro de crianza Giant Panda, en Chengdu, y espera, una vez que el primer lote esté listo para la venta, asegurarse el Record Mundial Guinness por el té más costoso (saldrá alrededor de 80 mil dólares el kilo). Considerando que el café más caro del mundo —el Kopi Luwak, de Indonesia— consiste en granos de café recuperados de las heces de la civeta, la bebida propuesta por Yanshi suena bastante inofensiva. Salvo por el precio asesino, de más está decir.