No le alcanza con tener el disco más vendido del siglo XXI (más de veinte millones de copias en todo el mundo), llevar más de 24 semanas encabezando la lista Billborboard o que la Rana René, de los Muppets, se definiera una expresa fanática suya y pidiera cantar un tema con ella. No le alcanza con recibirse de “rockera” anunciando un pasado con problemas de alcoholismo y amores perros, ni que una biografía sobre su joven vida (apenas 24 años) esté a punto de ver la luz. No, la música británica Adele tiene que tenerlo todo, y ahora resulta que, además de ser la sensación de la industria musical, también podría desbancar a curas y manosantas.

Ocurre que el pasado 13 de abril Charlotte Neve, una niña de 7 años oriunda de Lancashire, veía DVD con su hermana y su madre. Noche normal; nada nuevo bajo el sol. A la hora de la cama, mamá Leila, de 31 años, notó que su hija no respiraba bien y comprendió que algo estaba ocurriendo. Y así era: la pequeña había sufrido una inesperada hemorragia cerebral a causa de un aneurisma y, una vez en el hospital, los médicos debieron operarla dos veces para detener el sangrado.

Charlotte quedó en coma y los doctores –patidifusos al ver a una nena de esa edad sufrir tal condición– le explicaron a la familia que el estado era grave y era conveniente que se despidieran de ella. La madre, desesperada, se metió a la cama de hospital de su hija para darle un abrazo final y, al escuchar la canción “Rolling in the Deep”, de Adele, en la radio, comenzó a cantársela a su hija. Entonces, en un repentino gesto que sorprendió al staff hospitalario, Charlotte comenzó a sonreír. Y en menos de dos días ya estaba hablando.

Ahora, dos meses más tarde, la chiquita Neve camina y ha recuperado parcialmente su vida; de hecho, va a la escuela y asiste a clases de baile. Mientras, su madre da notas y apunta que la música es una parte importante de la vida de su niña. “Le encanta cantar y bailar al son de Adele, Katy Perry y Pink”, explicó a periódicos ingleses. Así y todo, hay que ver si las otras dos hubiesen podido oficiar el milagro. Adele pudo.