De aquí en más, habrá que pensar dos veces antes de alejar a una menor de edad de su computadora. Al menos, los padres de Rocklin, California, deberían considerarlo en miras de lo ocurrido el pasado mes en la ciudad, donde dos adolescentes fueron arrestadas después de que una de ellas –con asistencia de su amiga– drogara a sus padres con un batido enriquecido con pastillas para dormir y una finalidad entre ceja y ceja: usar Internet después de su “toque de queda”.

Después de comprobar lo que había ocurrido, los padres se sometieron a un test y, cuando las pruebas de drogas dieron positivo, decidieron llevarlas a la policía. Entonces, agentes de seguridad fueron en busca de la hija de 15 años de la pareja y su amiga de 16 y arrastraron a la dupla de terror al Centro de Detención Juvenil fichándola bajo sospecha de conspiración y haber mezclado deliberadamente fármacos con alimentos.

Según Leslie Whitten Baughman, terapeuta especializada en jóvenes, es normal que las adolescentes afirmen su individualidad, pero drogar a sus padres “no es un nivel saludable de rebelión”. Así y todo, las muchachas (cuyos nombres no se han revelado por ser menores de edad) se defienden y dicen que tuvieron que tomar cartas en el asunto porque el régimen para el uso de Internet era “demasiado estricto”, permitiéndoles el acceso sólo hasta las 10 de la noche. Qué ocurrirá ahora, difícil saberlo: los fiscales del condado aún no se han decidido a presentar cargos.