En los últimos días, ningún medio anglosajón se ha privado de dar a conocer a Dale Irby, el profesor de Texas que ya ha ganado un lugar de privilegio en las blogósferas, convirtiéndose en la sensación de turno de los videos virales. ¿Su gran logro? Haber usado la misma vestimenta durante 40 años para las fotos del anuario escolar del colegio donde imparte clases. Un modesto clip —subido a YouTube y replicado a diestra y siniestra— así lo demuestra, con un montaje que evidencia la misma camisa clara a cuadros y el mismo chaleco color café, de 1973 a la fecha.

Salvo por el bigote, el pelo —de morocho a canoso— y un coqueto cambio de lentes a la moda, el autoimpuesto uniforme de este maestro de Educación Física no es una mera casualidad: al parecer, después de repetir vestimenta por dos años consecutivos —hecho que lo avergonzó y por el que le solicitó repetir su retrato al director de la institución, que denegó el pedido—, su mujer, Cathy, le propuso convertir el despiste estilístico en una tradición. El aceptó el desafío, y el resto es historia.

Así, mientras el “logro” del recientemente retirado señor (que, por supuesto, vistió las prendas características también el día de su despedida) es tomado a la ligera por cantidad de medios que se han hecho eco de la noticia, la revista Esquire se lo tomó un poco más en serio. “Aunque todos estamos a favor de las opciones, algo debe ser dicho acerca del hombre que se aferró a un look y lo convirtió en su marca personal —escribieron—. Solo intentemos imaginar, por ejemplo, a Steve Jobs sin sus Levi’s gastados y su cuello alto negro. Seguro, los méritos de sus decisiones estilísticas son debatibles, pero el hecho de que haya logrado crear una imagen icónica de sí mismo es indiscutible”, dicen de Irby, el hombre que ha terminado por demostrar que, si en vez de correr detrás de la moda alguien decide quedarse en su lugar, es posible que termine convirtiéndose en una nueva moda. O en un trend topic, por lo menos.