PUNCH
Kill Bill
Google se lanza contra Bill Gates. Y Bill Gates contraataca.
En un artículo recientemente publicado en la revista Wired, Kevin Kelleher describe la contienda entre Google y Bill Gates, rivales obsesionados por liderar la competencia por los search engines, esas herramientas que facilitan las búsquedas de todo tipo de información a lo largo y ancho del mundo virtual. Kelleher escribe: “Periódicamente aparece una nueva rivalidad en el mundo de la tecnología: antes fueron, sucesivamente, Apple y Microsoft, Netscape y Microsoft, Oracle y Microsoft. ¿Queda claro el patrón? Ahora es Google y Microsoft. Y tal vez Google sea el enemigo perfecto, el que concentra en sí mismo –todo en uno– lo mejor de sus predecesores. Como Apple, Google tiene una marca valiosa y una base leal de seguidores. Como Netscape, tiene la energía de la juventud y está en la mira del negocio como el detonador del próximo boom tecnológico. Mientras tanto, Microsoft sigue siendo, bueno, Microsoft. Grande. Fuerte. Multimillonario”.
Como tantos otros medios, Kelleher se hace eco de un informe –avalado por el New York Times– según el cual Microsoft, en septiembre del año pasado, habría hecho “una oferta, que fue rechazada, de 10 mil millones de dólares por Google”. En el World Economic Forum realizado en enero, Bill Gates no pudo eludir la cuestión. “Nos dieron una patada en el culo”, dijo, y luego se apuró a declarar que la próxima generación de motores de Redmond vencería a Google en su propio terreno. Pero, además, el fundador de Microsoft negó de plano haber intentado comprar Google. “Jamás hemos tenido ninguna conversación con Google sobre ningún tipo de adquisición”, dijo Gates a USA Today. No le quedaba otro remedio, luego de que todo el mundo especulara sobre las consecuencias que una movida de esa clase tendría sobre Microsoft, Google y el sector de los motores de búsqueda. Tanto Microsoft como Google se negaron a hacer comentarios. Pero vale la pena recordar que ya antes Gates negó ofensivas de este tipo y que “muchas de ellas terminaron por concretarse”.
¿Por qué Gates está tan obsesionado? Porque sabe que los motores de búsqueda son un componente clave del futuro informático. Si no puede comprar Google, dice el artículo de Wired, Microsoft recurrirá a una estrategia que le ha resultado probadamente eficaz: copiar la mejor tecnología e integrarla en su desktop. “Google, lanzado de cero hace unos seis años por dos graduados en ciencias informáticas de Stanford, fue recientemente valuada entre 15 mil y 25 mil millones de dólares”, revela David Teather en el New York Saturday. “Google recibe alrededor de 150 millones de búsquedas al día. La historia de su meteórico ascenso recuerda aquellos cuentos de los entrepreneurs informáticos durante la fiebre de oro de fines de los noventa. En 1998, cuando iniciaron sus actividades desde el dormitorio de uno de ellos, Sergey Brin y Larry Page tenían apenas 25 años. El nombre Google jugaba con la palabra googol, acuñada para el número representado por un uno seguido de cien ceros. Pero hay un aspecto clave que distingue a Google de las otras puntocom que corrieron a cotizar en Bolsa: el dinero que está ganando. Este año se espera que produzca unos ingresos de alrededor de 800 millones de dólares y más de200 de ganancias, generados por la venta de las publicidades que aparecen junto a los resultados de las búsquedas. También licencia su tecnología para compañías como America Online.” Para Kelleher, Google “se ha convertido en el motor de búsqueda esencial: su search box también es guía telefónica y diccionario. Chequea valores en la Bolsa, provee noticias, rastrea envíos de FedEx, realiza conversiones métricas, localiza vuelos, ofrece mapas urbanos y da el parte meteorológico. Busca outlets con descuentos y con Froogle explora la red en busca de productos. En pocas palabras, los ejecutivos de Google innovan tan rápido que parecen estar huyendo de alguien”. “Y Microsoft –dice Danny Sullivan, editor del motor de búsqueda Watch– está haciendo con los motores de búsqueda una movida equivalente a la que hicieron con los navegadores. Eso necesariamente tiene que ponerte nervioso.”
“Más allá de sus muchas diferencias –concluye su nota Kelleher–, las dos compañías tienen mucho en común. Microsoft mira hacia Google y ve su propio pasado lleno de promesas. Google mira hacia Microsoft y ve el futuro: una compañía llena de aires de grandeza que domina el panorama tecnológico. Es la clásica batalla entre la juventud y la experiencia; o –como le gusta creer a Google– entre el Bien y el Mal.”