Hace un lustro, las pantallas locales estrenaron una película que pasó casi sin pena ni gloria, pero que con el tiempo se convirtió casi en obligatoria para los cultores de la música gitana. El film cuenta la historia de un joven parisino lanzado a la búsqueda del legado de Nora Luca, una cantante gitana que hechizaba a su difunto padre. El viaje antropológico se volvía travesía vital, y el joven terminaba enredándose en la cotidianidad de quienes, hasta entonces, eran para él sólo un objeto de estudio. A pesar de ser una película de amor bastante tradicional, El extranjero loco (Gadjo Dilo en el original) era casi un tratado contra el consumo occidental de la música étnica: algo que había que vivir en carne propia, no disfrutar al amparo de un buen estéreo.
Su autor era un director gitano llamado Tony Gatliff, que había empezado a hacerse conocido en el mundo del cine internacional con su película Les Princes (1982), sobre los gitanos de los suburbios de París. Nacido en 1948 en Argelia, Gatliff es el tercer hijo de una prole de catorce: trece varones y una sola mujer con la que, como contó alguna vez, “nadie se quería casar por temor a sus hermanos”. La leyenda dice que a los doce años huyó de su casa escapando de un matrimonio arreglado y terminó en los reformatorios de París, de los que pudo escapar a los diecisiete, cuando decidió tomar clases de teatro. Del otro lado de la cámara, tras el éxito internacional de Gadjo Dilo (1997), su filmografía fue aumentando, aunque a estas costas sólo llegó la decepcionante Vengo (2000), sobre la vida de los gitanos de Andalucía, cuyo guión trabajó en su momento con Fernando Trueba.
Sin embargo, cualquiera que se interesaba por Gatliff, fascinado por la visión del mundo gitano presentada en Gadjo Dilo, terminaba sabiendo que su obra maestra se llamaba Latcho Drom (1993) y era un repaso de mil años de historia gitana a través de sus canciones. Es justamente esta película la que este jueves estrena (al menos para los espectadores locales) la señal de cable TV5, dentro de un miniciclo dedicado a Gatliff que comenzó con Je suis né d’une cigogne (1999). Moviéndose por la India, Egipto, Turquía, Rumania, Hungría, Francia y España, Latcho Drom –traducible del rumano como “Viaje seguro”– es un regalo para cualquier fan de la música de Goran Bregovic, por ejemplo. Un increíble recorrido por la herencia musical gitana, en el que la emocionante memoria de un milenio de desarraigo habla a través de las canciones.

Latcho Drom se exhibe este jueves 18 a las 22.20 por TV5.