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Domingo, 11 de agosto de 2002

TELEVISIóN

El mal inglés

En la huella de las notables Prime Suspect y Cracker, Touching Evil ratifica lo que ya es un secreto a voces: el noble arte del thriller ha pasado a manos británicas. Ahora que el BAC pondrá en pantalla la primera temporada completa, los muchos hallazgos de la serie –serial killers sofisticados, una brigada perspicaz, los parentescos siempre inquietantes entre el Bien y el Mal, una endiablada precisión narrativa y un protagonista, el inspector Creegan, capaz de coquetear con la angustia y el suicidio– dejarán de ser privilegio exclusivo de abonados premium.

 Por Horacio Bernades

Además de haber sido los años del ajuste, los ‘90 serán recordados por otro hecho no menos importante: la televisión inglesa ratificó su dominio en el terreno del policial. Todo comenzó con Prime Suspect, siguió con Cracker y se cerró con Touching Evil, siempre con Inspector Morse como hermano mayor. Si las dos primeras se exhibieron en su momento en el British Art Centre, tenía que ser necesariamente esta institución la que diera a conocer Touching Evil, como viene ocurriendo desde comienzos de mes.
Originalmente presentada en la cadena ITV (la misma que puso al aire Prime Suspect y Cracker), hasta ahora, en Argentina, Touching Evil había sido un privilegio de los abonados a canales premium, por lo cual las sesiones de este mes en el BAC pueden considerarse las primeras para todo público. Con varios responsables de Prime Suspect y Cracker involucrados en el asunto, Touching Evil empezó a salir al aire en 1997 y lo hizo hasta 1999, totalizando nueve episodios unitarios de 100 minutos, siempre emitidos en dos partes. Hasta comienzos de setiembre, el BAC pone en pantalla la primera temporada completa. Mientras el primero y el tercer episodio se exhiben sin subtítulos, el segundo, que se verá a partir del martes próximo, sí los lleva, oportunidad ideal para que todos aquellos que no dominan el inglés se pongan a tiro.
Los rasgos de parentesco entre Touching Evil y sus hermanas mayores de ITV no son casuales: reaparecen aquí el director y guionista de varios episodios de Cracker, así como la productora ejecutiva de Prime Suspect. Una vez más, en Touching Evil importan menos los tiros y las persecuciones que las relaciones personales, tanto entre los integrantes de la fuerza como –lo más inquietante– entre policías y criminales. Comandados por el inspector Creegan, los protagonistas de la serie integran la OSC, una brigada especializada en crímenes seriales y organizados. Como sus antecesoras, Touching Evil se caracteriza por su total ausencia de romantiquerías alla Hollywood, así como por una precisión narrativa extrema: no hay un dato ni un plano de más, y los resquicios que se abren permanentemente en el relato deben ser llenados por la participación activa del espectador. Las historias tienden a ramificarse en una serie de subtramas que las complejizan más y más, y por lo general incluyen en la segunda parte un elemento disruptivo que desvía (y relanza) lo que parecía resuelto en la primera.
Los agentes de la OSC deben vérselas con serial killers versátiles, empeñados tanto en corromper o asesinar menores como en rasurar, taladrar, cortar en pedacitos o incinerar a sus víctimas. Pero la cámara nunca cede al facilismo de mostrar en exceso. La vinculación más fuerte con Prime Suspect y Cracker consiste en que, a diferencia de los policiales yanquis, aquí no hay una división tajante entre el bien y el mal; como lo sugiere el título de la serie, lo que hay, en cambio, son formas diversas de roce y contagio mutuos. En “Killing with kindness”, el episodio que se verá en el BAC a partir del martes próximo, el criminal, que estuvo a punto de morir, se dedica a facilitarles el pasaje a la otra vida a quienes se encuentran en aquella situación; entre ellos, el propio inspector Creegan, que tiempo atrás casi cruza la línea a raíz de un tiroteo. El aura particularmente mórbida del episodio viene de ahí, del incidente que llevó a Creegan a separarse de su mujer e hijos y lo empujó, en su momento, al borde del suicidio. Ahora, como si fuera su alter ego dark, es el asesino el que viene a cumplir con aquel viejo deseo.

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“Killing with Kindness” se exhibirá en el BAC (Suipacha 1333) del martes 13 al sábado 17 (primera parte) y del martes 20 al sábado 27 (segunda parte). Con entrada libre y gratuita, las funciones tienen lugar de martes a viernes a las 18 y los sábados a las 19.
 
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