› Por Bob Dylan
después de estrellar el auto deportivo
contra la araña del techo
corrí a la cabina telefónica
llamé a mi mujer. no estaba en casa.
entré en pánico. llamé a mi mejor amigo
pero daba ocupado
después fui a una fiesta pero no encontré silla
alguien se limpió sus pies en mí
así que decidí irme
me sentí pésimo. mi boca estaba asqueada
me salían brazos por la garganta
mi estómago estaba lleno e hinchado
los perros lamían mi cara
la gente me miraba y decía
“¿qué te pasa?”
dos amigos exitosos pasaron
y me paré a hablar.
sabían que me sentía mal
y me dieron pastillas
volví a casa y empecé a escribir
una nota suicida
fue entonces que vi
esa multitud avanzando
por la calle
realmente no tengo nada
contra
marlon brando
la muerte silenció su pileta
el día que murió
flotó sobre
sus perritos de juguete
pero no dejó rastro
de sí misma
en su
funeral.
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