CINE 2 > UN HOMENAJE A JULIANO MER KHAMIS, EL ACTOR Y DIRECTOR ASESINADO ESTE AñO EN LA FRANJA DE GAZA
Hijo de una judía y de un árabe, Juliano Mer Khamis era un director y actor tremendamente popular en Israel que renunció a una vida tranquila para fundar un teatro en el campo de refugiados palestino de Jenin, donde los chicos de la zona montaban obras y se acercaban al arte en medio de las bombas y los tanques. Amenazado, amado y odiado desde todas partes y por partes iguales, a comienzos de abril, un encapuchado lo mató en la calle, de cinco tiros, delante de su mujer embarazada y su hija. Ahora, la asociación Documentalistas Argentinos lo homenajeará proyectando su película Los niños de Arna y Matzeiva Juliano, un corto que hizo el documentalista brasileño Silvio Tendler.
› Por Angel Berlanga
“Estamos enfrentando una ocupación muy cruel, una ocupación que va más allá de los tanques y los aviones, y se mete en la mente, en el alma. Y esa ocupación está dañando generaciones. Yo diría que está robando su niñez, destruyendo el sistema nervioso básico de la vida.” Juliano Mer Khamis decía eso en la vereda del Teatro de la Libertad y acababa de señalar a un grupo de chicos reunidos ahí, en la puerta de este sitio de resistencia emblemático de Jenin, Cisjordania, un campo de refugiados palestino controlado durante décadas por el ejército israelí, concienzudamente devastado durante la Segunda Intifada, en abril de 2002. Juliano Mer Khamis era documentalista, actor y activista, y decía eso cuatro años atrás, a poco de haber reconstruido el proyecto que su madre había corporizado en 1989, con la idea de armar un espacio de expresión –pintura, teatro, juegos– para chicos desolados por la destrucción y la muerte. Mer Khamis se consideraba cien por ciento árabe y cien por ciento israelí, y eso le traía, en dosis parejas de intensidad, reconocimiento por su trabajo jugado y odio reconcentrado. Lo amenazaban desde hacía tiempo y tomó sus precauciones. Pero no alcanzó, porque el 4 de abril pasado un encapuchado lo interceptó a poco de salir del teatro y le pegó cinco tiros. En YouTube puede verse el auto sencillo en el que iba junto a su mujer embarazada y su hija; también la sangre en la calle, y en la sábana blanca en que lo envolvieron.
Mer Khamis estrenó en 2003 Los niños de Arna, premiado como Mejor Documental en el Festival Tribeca, exhibido y premiado también aquí después, durante el X Festival de Cine y Derechos Humanos. Arna Mer era la madre de Juliano. Cuando tenía 18 años, en 1948, ella era parte de una brigada que tenía como propósito conseguir la creación del Estado de Israel. Luego se afilió al Partido Comunista Israelí y se emparejó con el dirigente Saliba Khamis, un palestino nacido en Nazaret. A poco de nacer Juliano ya padeció el conflicto, porque se negaron a asistir a su madre con el embarazo avanzado por estar casada con un árabe. “Dos años antes de que le diagnosticaran cáncer, ella recibió del Parlamento sueco el Premio Nobel Alternativo por su trabajo con los niños en Jenin –narra Mer Khamis en la película–. Con el dinero recibido (50 mil dólares) construimos un pequeño teatro, en el centro del campo. Empecé a colaborar y, puesto que era actor, me encargué de las actividades ahí.”
La película cuenta del trabajo de Arna –tenía formación en psicodrama–, muestra la adoración de los chicos por ella y ese espacio, en medio de las ruinas y los tiros, y desarrolla la historia de varios chicos. Pronto en el film se ve que dos de ellos pasaron con el tiempo a formar parte de la Brigada de los Mártires de Al Aqsa y que se inmolaron en un ataque terrorista suicida en Israel; y se ve que otros fueron abatidos durante redadas del ejército en Jenin. Y es muy impresionante ver primero a Youssef de chico, jugando y haciendo reír en el teatro, participando de alguna obra, y luego verlo de joven grabando en video la despedida a su familia, estupefacta con su destino kamikaze. Espeluznantes las imágenes de la masacre –mataron a cuatro personas– y, también, en retrospectiva, la “dramatización” que se produce cuando, de chicos y ante una nota para televisión, a uno de ellos le piden que actúe de soldado israelí en plena represión en el campo: “¡Ven conmigo! ¡Habla o te pego un tiro! ¿Cómo te llamas? ¡Ya te voy a hacer hablar!”. La violencia latente, ahí, en esa actuación con un compañero.
“Unos pocos días después de que el ejército israelí levantara aquel sitio de 2002 me acerqué al campo de refugiados, para ver cómo estaban los chicos del teatro”, narra Mer Khamis. Su madre había muerto años atrás y Ala, uno de aquellos chicos, ya combatiente, le cuenta cómo fueron muriendo sus ex compañeros: éste también tiene las horas contadas. Al cierre del documental, el teatro está reducido a escombros. Pero Mer Khamis reimpulsó la reconstrucción en 2006 y empezó a convocar gente. Incluso Zakaria Zubeidi, ex líder de Al Aqsa, abandonó la lucha armada y se sumó al proyecto. Habían montado hacía poco Rebelión en la granja y Alicia en el país de las maravillas.
La asociación Documentalistas Argentinos lo homenajeará este martes en el Bauen con la proyección de Los niños de Arna y de Matzeiva Juliano, un cortometraje que hizo el documentalista brasileño Silvio Tendler. “En 2007 estuve en Israel y Palestina, buscando algunos testimonios de quienes luchaban por la paz para un largo que hice, Utopía y barbarie –cuenta Tendler desde Río de Janeiro–. Ahí conocí a Juliano y al teatro. Pensé que siendo una persona criada en la guerra sería muy duro, pero me encontré con alguien de una gran calidez y una relación fabulosa con los chicos. Era un gran actor, muy famoso allá; trabajó en películas de Amos Gitai, por ejemplo. Y eligió abandonar una vida tranquila para montar este teatro en Jenin, que es una región conflagrada. El era la utopía en movimiento, muy idealista, y llevó apertura y nuevas costumbres para la región: eso, creo, le costó la vida. Porque las balas que recibió fueron de árabes, no de conservadores judíos. Creo que por eso no se habla mucho de él: muchas veces la gente elige a sus héroes según las balas de los asesinos.”
Mer Khamis venía recibiendo amenazas desde hacía dos o tres años: le cuestionaban enfoques de algunas obras y también que juntara a niños y niñas en los talleres y en las actuaciones. A poco del crimen se informó la detención de un partidario de Hamas, pero no trascendió mucho más. “Yo mantengo contacto con la gente amiga de Juliano que no está comprometida con las políticas oficiales palestinas e israelíes, y me dicen que allí ya tienen ubicada la autoría, que saben de dónde vinieron los tiros”, asevera Tendler. Las actividades del teatro se paralizaron, pero varios compañeros de Mer Khamis prometieron continuar su trabajo. Tiempo de asimilar el impacto. “Era un portavoz de la libertad –lo define Tendler–. Sus ideas eran solidarias, laicas, antiprejuiciosas, y por eso lo mataron.”
“Veo el cambio aquí, y espero que esto se expanda –dice Mer Khamis en el corto de Tendler–. No sé qué tan grande sea el cambio. Pero cambiar es nuestra actitud, nuestro objetivo. Cambiar la realidad de la ocupación, de los oprimidos, de aquellos niños que no tienen nada excepto matanzas, sonido de tanques y de balas.”
Los niños de Arna y Matzeiva Juliano se proyectarán en el Homenaje a Mer Khamis el próximo martes 12 a las 19 en el Auditorio Bauen, Callao 360. Entrada libre y gratuita.
Ambos films se proyectarán también el 17, 24 y 31 de julio a las 18 en ArteCinema, Salta 1620. Entrada general: $ 6.
Arna’s Children también se puede ver en YouTube
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