Domingo, 25 de septiembre de 2011 | Hoy
FAN > UNA MúSICA ELIGE SU CANCIóN FAVORITA: LORENA MAYOL Y “COME TOGETHER”, DE LOS BEATLES
Por Lorena Mayol
¡Qué bueno volver a escuchar “Come together”! Una vez, otra más y mil veces, como si fuera nueva. Hasta rayar el vinilo. Hasta estirar las cintas del casete TDK que me grabó mi amigo Leo, una tarde cuando volvimos del colegio. Siempre ponía rewind para poder escuchar de nuevo ese bajo y esa voz que me parecía de otro planeta, haciendo “shhh”, como una percusión, yendo de un lado al otro del estéreo. Era algo totalmente nuevo, con una libertad para usar la voz de una manera que, hasta ese momento, nunca antes había oído.
Ese arranque de Abbey Road me partió la cabeza. Yo venía de una casa-caja de música, en la que se tocaba la guitarra y se cantaba todo el día, pero sólo en castellano: el inglés era un idioma imperialista y mis padres renegaban de sus orígenes ingleses. Hablamos de los ‘70, mucho folklore, canciones de protesta, cantautores militantes y curas tercermundistas, que eran lo que más se acercaba al rock. Mis viejos me las dejaron cerquita cuando nací, atrás del biombo, en el departamento de un ambiente de la calle Jean Jaurès. Ahí nomás, donde podía dormir tranquila escuchando las guitarreadas trasnochadas que quedaron en mí para siempre.
Por suerte mi viejo, amante de las grandes comuniones populares, supo descubrir a Charly García en medio de todo eso. Y así pude acercarme a Sui Generis y luego abrir la puerta para entrar en el mágico mundo de Seru Giran. El Flaco y su “Cantata de puentes amarillos”, Moris, más tarde llegarían Los Abuelos, Fito, Celeste y el resto de la música que fue acompañando mis días. Pero la historia que estoy contando sucedió antes de que el rock se llevara todo mi corazón. Esa tarde, cuando vino Leo con su casete a mi casa y lo puso, casi me muero. ¡No lo podía creer! No se asemejaba a nada de lo que yo conocía. No entendía bien de qué se trataba, pero era increíble: estaba como desarmado, pasaban cosas por todos lados... Lo escuché sin parar durante semanas y semanas.
Fue un momento de revelación: supe lo que iba a hacer el resto de mi vida. A partir de allí yo sería música de rock, acababa de decidirlo, lo intuía. Y los Beatles me lo estaban confirmando de una manera hipnótica. Con ese “shhhh-trum-bummmm-rrrr”. Cada cosa se correspondía con la otra: la voz, el bajo, los toms, los platillos... La ausencia del hi hat como tal, el tempo, esas violas, el reverse, el mantra final... Cada cosa en su lugar. Cool y afiebrado a la vez.
Y ahí estaba yo, preparándome para lo que vendría después y que no iba a abandonarme nunca. No entendía las palabras y no me importaba. Estaba escuchando música sin saber qué decía le letra, pero me estaba partiendo el cerebro. Creo que lo más impactante fue eso: al no entender el idioma, tenía tanto peso la música que no podía dejar de prestarle atención, no había escapatoria posible. Efectivamente, era otra forma de hacer canciones. Fue un click o, más bien, ¡un crac! ¡Ese disco! ¡Y esa canción! Qué comienzo, por favor... Lo vuelvo a escuchar hoy y me sigue sorprendiendo, como si no la conociese de memoria, con el miedo tal vez de habérmela olvidado, de haber pasado por alto algún detalle. Y me vuelvo a emocionar, en el mismo sitio. Pasa el tiempo y cada vez me gusta más.
Después me enteré que esa canción la había escrito John para la campaña política de Timothy Leary, que se candidateaba a gobernador de California en 1969 contra Ronald Reagan. El eslogan de la campaña era “Come together, join the party”. Cuando Leary se bajó de la candidatura, Lennon le cambió la letra y la onda para incluirla en Abbey Road. También supe que John había tenido problemas con la frase “here come old flat top”, de la canción “You Can’t Catch Me” de Chuck Berry: el tema le valió una demanda que años después lo llevaría grabar el disco de covers Rock’n’Roll.
A partir de aquí me volví súper beatlera. Y entré a ese mundo infinito a través de su último disco de estudio, ya que Let it be, que salió después, había sido grabado antes. Para Abbey Road, a pesar de que ya estaban muy mal entre ellos, habían vuelto a convocar a George Martin para trabajar como en los “viejos tiempos”. Eso me sorprendió aún más, porque el nivel creativo que habían conseguido en ese álbum, mientras estaban a punto de separarse, era increíble.
Tuve la suerte de verlo a Paul dos veces en vivo, una en Madrid y otra en Barcelona. Pero, a pesar de haber quedado extasiada después de ver a un beatle rockear como lo hizo él, no pude escuchar “Come together” en vivo.
Mientras escribo esto me río, porque no hay tantas cosas en esta vida que me provoquen lo que me provoca una hermosa y simple canción. Supongo que es por eso que me dedico a la música, por la magia que tienen esos tres minutos para mí, porque aún hoy me parece increíble poder sintetizar en tan poco tiempo algo que llegue tan profundo. Gracias a “Come together” y a todas las canciones de mi vida, las que ya llegaron y las que aún están por venir.
Lorena Mayol sigue presentando en vivo su disco 1090 días. El jueves 29 de septiembre, a las 23, lo hará en plan acústico en el Terraza Teatro Bar del Complejo La Plaza. Después de tocar en el Santana Bar de Ramos Mejía (viernes 18 de noviembre), tiene dos fechas confirmadas junto a su banda y Alina Gandini como invitada: el sábado 19 y 26 de noviembre en la Sala Teatro Sha (Sarmiento 2255).
Grabada a fines de julio de 1969, “Come together” es el primer tema del penúltimo disco de estudio de los Beatles, Abbey Road, lanzado en septiembre de aquel mismo año. Ahora puede escucharse casi como el canto del cisne de la banda, pero entonces sonó como una demostración más de su frescura y brillantez. Un año después de haber registrado el tema en cuestión, Paul McCartney declaraba en el Evening Standard de Londres: “Me encantaría que los Beatles estuvieran en su mejor forma y fueran tan productivos como antes. Pero las cosas han cambiado. Somos todos individuos. Ni siquiera en Abbey Road hacíamos armonías como antes. Es triste. En ‘Come together’ me habría gustado cantar la armonía con John, y creo que a él le habría gustado también, pero me sentía demasiado incómodo para pedírselo, y en esa situación no trabajo todo lo bien que soy capaz”. Compuesta originalmente por Lennon, la canción luego incorporó algunos arreglos gentileza de McCartney y, como de costumbre, llevó la firma de ambos en los créditos. “Come together” fue interpretada por artistas como The Supremes, Tina Turner, Aerosmith, Eurythmics, Michael Jackson y Soundgarden, entre otros.
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