MúSICA > MARCELO MOURA Y ALE SERGI HABLAN DE CHOQUE, EL DISCO QUE HICIERON JUNTOS
Parecía cantado, pero no pasaba: uno heredó el micrófono en la banda que hizo del pop algo sofisticado en los ’80; el otro armó la banda que le devolvió diversión a ese pop electrónico y bailable en los 2000. Un par de invitaciones cruzadas y de encuentros sobre los escenarios mostró no sólo la química sino el potencial. Hasta que uno le mandó maquetas de canciones al otro y la chispa prendió. Ahora, Choque es, lejos de su título, un despliegue armonioso y orgánico de lo que las voces de Virus y de Miranda! pueden hacer juntos. Acá, Marcelo Moura y Ale Sergi presentan su disco.
› Por Micaela Ortelli
Como dijo alguna vez Alejandra Pizarnik, “los sonidos de la música pueden acabar con los duros bordes de las cosas”. Nada menos brusco que Choque, el disco en conjunto de Marcelo Moura y Alejandro Sergi, editado a fines de año por Pelo Music. No por eso dejó de ser impactante el lanzamiento, al menos por fuera del círculo íntimo que, durante todo el año pasado, supo de la existencia del proyecto y esperaba entusiasmado escuchar el resultado. Es lo mínimo que genera –entusiasmo– una reunión tan sorpresiva como lógica: los dos músicos están al frente de bandas que sortearon prejuicios, rompieron estructuras e ignoraron tradiciones. Separadas por dos décadas desde la aparición de la primera, Virus y Miranda! marcaron un punto de inflexión en la escena y probaron que el pop también es “nacional”. Ahora, con esta colaboración, Moura y Sergi combinan conocimientos e influencias y sellan un vínculo de trabajo y amistad.
Todo empezó a fines de 2011: Marcelo tenía algunas canciones y esta vez, en lugar de mandarlas a la papelera de reciclaje como de costumbre, se las pasó a Ale para que probara produciéndolas. La primera elegida fue “Mi Angel”, una balada dulcísima que Marcelo canta con su mujer, Ana Naón. El trabajo de Ale dejó a todos contentos, pero llegó enero y Marcelo cerró por vacaciones. Por su parte, Ale estaba ansioso por estrenar la sala de grabación donde por fin podía enchufar todos sus teclados a la vez. Como no tenía ningún tema suyo para jugar, tomó prestado otro de la lista que le había pasado Marcelo; “Es mi voz”, casualmente, terminó conservando únicamente la voz del original. Hoy la situación es similar: Marcelo de vacaciones y Ale en el estudio, sólo que aquel primer experimento derivó en un disco que es una pequeña joya, modesta y definitivamente adorable.
Con Marcelo se conocían de la vez que subiste a cantar “Luna de Miel” en el Opera.
Ale Sergi: Sí. Al principio era hola y chau. En 2006 yo sabía que Virus estaba por sacar el DVD Caja Negra, y en un evento me los encontré a Marcelo y Julio y les dije que contaran conmigo si querían que cantara. Se coparon y me invitaron. Después nos seguimos viendo en lo de Cachorro López, que trabaja con nosotros y es el concuñado de Marcelo. Después con Miranda! los invitamos a un Luna Park.
¿Cómo llegan a vos los demos?
Sergi: Parece que Anita Naón, su mujer, le dijo a Marcelo que me los pasara a mí. Porque en realidad el proyecto arrancó entre ellos dos; eran canciones que estaban escribiendo juntos. Serían unas diez canciones, y a mí me gustó mucho “Mi Angel”. La produje para Marcelo solista con una invitada. Esa era la idea y por eso es una de las más fieles al demo.
¿Y con las demás cómo fue el trabajo?
Sergi: Me gustaban todas las canciones, pero me parecía que los arreglos estaban pensados para tocar con una banda con bajo y batería; eran ritmos más sincopados. Y yo acá los empecé a tocar con teclados y máquinas, entonces se volvieron un poco más duros porque yo no programo para imitar una batería; prefiero que se note que es una máquina. Así que transformé los ritmos más a mi gusto. De “Es mi voz”, por ejemplo, sólo agarré la voz y remixé la base, la reconstruí de cero. Eso fue lo primero después de “Mi Angel”. Cuando la terminé me volví loco, me encantó; es una de mis preferidas del disco.
¿Y qué pasó cuándo la escuchó Marcelo?
Sergi: Mientras seguía de vacaciones lo llamé y le dije lo que había hecho, que entre los dos quizá podía surgir algo nuevo, que por qué no hacíamos un disco juntos. Se entusiasmó enseguida. Cuando escuchó la canción se sorprendió porque estaba muy cambiada, pero le copó.
Una vez declarado el proyecto, la división de tareas se dio de lo más natural: como Marcelo llevaba ventaja con las composiciones, siguió escribiendo, y Ale se ocupó de la producción, además de firmar “Romántico”, “Perdón” y “Rompecabezas”. La intención era hacer un disco no muy largo –sólo diez canciones–, que se escuchara completo: una obra con principio y fin que fluyera en el medio.
¿Cómo te surgieron los temas?
Sergi: En el momento en que dijimos “hagámoslo” yo no tenía nada, así que me puse a escribir de apuro; y como ya teníamos el repertorio madre, yo compuse en función de lo que me parecía que faltaba. A “Romántico” la escribí pensando en la apertura y el single. Tenía que ser una que pudiéramos cantar los dos porque es un disco a dúo y no podía arrancar con uno solo. Llevó bastante tiempo dar con una letra que funcionara y sonara natural.
¿Por qué fue tan difícil?
Sergi: Porque yo estoy acostumbrado a escribir hablándole a alguien o sobre cosas muy personales. Nunca había escrito para cantar a dúo con otro varón: hablar de amor con una chica es más fácil, pero con un varón me resultaba un poco bizarro. Así que la letra tenía que ser sobre algo que nos uniera, y que fuera un poco varonil, sensible...
Y con el video cierra la idea, ustedes son la misma persona.
Sergi: Sí, en esa canción es como que somos uno; la podría cantar uno solo. Pensé bastante en Marcelo al escribirla, porque yo soy muy pragmático al escribir, no soy de buscar la inspiración en las zonas más oscuras. Pero él sí es más de sentarse con el whisky. Entonces traté de buscar un punto en común entre los dos.
“Romántico” está hecha de pequeños versos cantados a dúo riguroso (“Azúcar, pimienta y sal”, de Falcón-Soler, como modelo) y al mejor estilo comedia musical. La historia del video, dirigido por Nacho Caracoche, transcurre en paisajes urbanos, de colores pastel y estética vintage. El protagonista intercambiable, Moura-Sergi, vende su Fiat 600 para comprar un anillo de bodas y luego descubre que su amada lo engaña con el jardinero. “Ser un romántico real/ Es compromiso hasta el final”, arranca Ale sobre una base bien uptempo –un combo inconfundible a esta altura–. “Es un camino a transitar/ Una cuestión existencial”, sigue Marcelo con sorpresiva exuberancia y teatralidad que mantiene a lo largo de todo el disco.
“Me dicen que estoy cantando mejor –dice Marcelo por teléfono desde Montevideo, con cierta picardía en la voz, como si riera al hablar: una voz contenta–. En realidad lo que pasa es que esta vez las canciones fueron escritas para mí, para mi registro vocal. En Virus siempre canté canciones escritas para Federico, y mi voz es más grave que la de él.”
¿Y las canciones de 9 (el último disco de Virus, editado en 1998) no fueron escritas para vos?
Moura: Ese disco terminó siendo un poco un híbrido porque quisimos ensayar una forma de composición más democrática, digamos; pero lo cierto es que en Virus los compositores siempre fueron los Moura...
La última vez que hablaste maravillas de un trabajo tuyo fue de Superficies de Placer (1987).
Moura:Sí, es mi disco preferido. Aunque no puedo ser objetivo con eso; quizá no fue técnicamente el mejor, pero fue muy especial el proceso: grabamos sabiendo que Fede se iba a morir.
¿Sentís que volviste a sacar un disco especial para vos entonces?
Moura: No me entra en el cuerpo la alegría. Del mismo modo que digo que 9 fue un híbrido, digo que Choque es un disco impecable. Nuestros amigos no lo pueden creer. Acá lo veo casi todos los días a Vicentico y me dice lo bueno que está; Valeria, su mujer, también.
¿A tu hermano Julio le gustó?
Moura: Está prendido fuego, le encantó.
¿Por qué a Ana se le ocurrió pasarle las canciones a Ale?
Moura:Ana es una partícipe más del proyecto; ella es coautora de varias de las canciones. Su hermana es la mujer de Cachorro así que con Ale, que trabaja con él, nos vemos seguido. Sabemos lo talentoso y prolífico que es; él mismo a veces se tilda de nerd. Yo nunca había trabajado mano a mano con un productor porque en Virus hacemos todo nosotros, y me dejé llevar, aprendí mucho de Ale: sabe mucho y es muy trabajador. Bueno, de hecho yo estoy de vacaciones y él está trabajando.
Choque no se creó bajo contrato sino por el simple gusto de hacer un disco: sin presiones ni pretensiones de ningún tipo, ni siquiera de presentarlo en vivo (aunque cabe la posibilidad de que Virus o Miranda! inviten a Ale o Marcelo a algún show). Esa libertad no resultó en una obra despareja y sin eje, sino en una cargada de climas y matices bien complementados. Ale planeó estratégicamente el orden del tracklist –apertura y cierre a dúo, los dos temas con invitados juntos– y hasta subió o bajó el tono de las canciones para que fuera fluida la escucha. Además de Ana Naón en “Mi Angel”, canta Vicentico en “Perdón”, un reggae by Sergi del que también participan saxo, trombón y trompeta. Los bajos del disco estuvieron a cargo de Cachorro López y los solos de guitarra, de Julio Moura.
Terminaste con los dos Moura en tu estudio.
Sergi: Sí. La posibilidad de hacer algo así con Marcelo la sentí como llevar lo de aquella vez en el Opera mucho más allá: que quedara un disco grabado con canciones de los dos, que él tenga la gentileza de confiar en mí... Me acuerdo de que aquella noche no me quería bajar; ojalá me hubieran invitado a cantar tres o cuatro canciones más.
Tu cara de felicidad en el video es increíble.
Sergi: También estaba a la defensiva. En un momento nos empiezan a tirar caramelos y yo pensé que me estaban tirando cosas. Después Marcelo me dice: “Me olvidé de decirte que en ese tema nos tiran caramelos”. Yo pensaba que me estaban bardeando. Con Miranda! en ese momento éramos un grupo nuevo; mucha gente nos miraba con desconfianza: que si éramos un grupo inventado, que si éramos putos...
A Virus le pasaba lo mismo.
Sergi: Sí, pero que ahora ellos nos dieran bola fue una validación.
¿Qué era lo que más te impactaba de Virus?
Sergi: La voz de Federico: fue un referente para mí para cantar. Y los motivos de sintetizadores de Virus siempre me fascinaron: tienen miles y son todos buenísimos. También siempre me gustaron los grupos que molestan, que rompen tradiciones; y Virus sin duda fue así. Me gustaba que fueran algo distantes, que crearan una fantasía: yo al artista lo veo como algo mágico, no busco representación en el músico; yo quiero ver a un extraterrestre.
¿Y de la experiencia con Marcelo en Choque en particular qué te llevás?
Sergi: Aprendí mucho de él, sobre todo con su canto. Me parece que en este disco él se destaca cantando. Cuando escuché la primera canción lo oí distinto de como estaba acostumbrado, porque Virus no les cambia el tono a las canciones y Marcelo tiene que hacer un trabajo para llegar a cantarlas. Y aunque yo creo que lo hace formidablemente, acá las canciones las hizo él mismo para él con otro estilo de canto en mente. Y también yo tuve que aprender a tratar una voz así, porque en Miranda! cantamos como un pianito, no hacemos vibrato, nada, porque son melodías cortitas. Acá Marcelo canta mucho más expresivamente.
Tu canto también es más melodioso en Choque.
Sergi: Sí, en “Amor fugaz”, por ejemplo, un poco lo copio a Marcelo a propósito. Le dije: “Decime cómo la cantás vos” y lo hice. Para mí la copia es un método válido.
Es un acto de generosidad también, poder dejar de lado el ego.
Sergi: Es que justamente la idea de hacer este disco fue que cambiaran los estilos de los dos, que no sea algo que ya hacemos cada cual con su grupo. Una canción como “Mi Angel” no me la imagino hecha por Virus; y mis canciones no se tenían que parecer a las de Miranda!
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